La autovía A-27 tiene desde hoy lunes, 23 de octubre uno de los tramos más demandados, exigidos y deseados por el territorio. Se trata del enlace de las variantes de Valls (Alt Camp) y Montblanc (Conca de Barberà), un recorrido de 5,1 kilómetros de longitud provisto de un túnel. Precisamente, esta infraestructura (el túnel del Coll de Lilla de 1,4 kilómetros) ha sido uno de los caballos de batalla de los últimos 15 años para mejorar las conexiones del Tarragona, su industria química y el interior de Catalunya (Lleida, sobre todo) y el resto de comunidades españolas. El presupuesto de esta infraestructura es de 157,25 millones de euros.
Hoy lunes ha sido el día en que los retrasos, las grietas y las reivindicaciones de los sectores más interesados en las conexiones de la A-27 han visto la apertura de un túnel con 6 galerías de emergencia y una sala de control. Un paso por debajo de la montaña que absorberá 25.000 vehículos al día y mejorará la conexión en uno de los puntos más complejos de la autovía, ya que hasta esta mañana la solución pasaba por un desvío hacia la C-14 o subir las curvas del Coll de Lilla para ir de Montblanc a Valls o viceversa.
La ministra ha descubierto un cartel que resalta la inauguración del tramo nuevo de la autovía y sortea las curvas del Coll de Lilla. pic.twitter.com/83glfVudJZ
— Diari de Tarragona (@diaridtarragona) October 23, 2023
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en funciones, Raquel Sánchez, ha llegado poco después de las 11 horas de esta mañana para inaugurar esta obra largamente reivindicada por el territorio.
Sánchez ha estado acompañada del secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores y ha saludado las autoridades el subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín; el delegado del Govern del Camp de Tarragona, Àngel Xifré; la alcaldesa de Valls, Dolors Farré; el alcalde de Montblanc, Oriol Pallisó, y demás representantes de diferentes administraciones territoriales, de las cámaras de comercio Laura Roigé por Tarragona y Josep Maria Rovira por Valls y de organizaciones empresariales, entre otros.
Seguidamente han destapado una señal y han visitado el túnel antes de abrirlo oficialmente al tráfico. “Hoy ponemos en servicio una carretera que ilustra como ninguna otra la razón de ser de la obra pública: generar prosperidad y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Acercamos las provincias de Lleida y Tarragona. Acercamos los campos y la industria de Aragón al Port de Tarragona. Hoy los vecinos de la Conca de Barberà están más cerca de su hospital de referencia en Valls”, ha asegurado la ministra.
Compromiso
La puesta en servicio del nuevo tramo, que permite salvar la Sierra de Miramar, con una alternativa más segura y directa a la carretera N-240, que a su paso por Coll de Lilla ofrece un trazado sinuoso y de fuertes pendientes, confirma el fuerte compromiso inversor del Gobierno y el Ministerio en Cataluña, donde se está trabajando sin descanso en la mejora de las infraestructuras viarias, ferroviarias, portuarias y aeroportuarias.
“Este gobierno no sólo promete. Este gobierno cumple. Este gobierno ha cumplido sus compromisos con Cataluña”, ha aseverado Raquel Sánchez, que ha aprovechado la ocasión para adelantar que se va a alcanzar otro compromiso inminentemente: la puesta en servicio de la B-40 entre Olesa y Viladecavalls en las primeras semanas de diciembre.
“En pocas semanas tendremos otro hito histórico en una obra parecida a esta. Les anuncio que antes del 15 de diciembre pondremos en servicio la B-40 entre Olesa y Viladecavalls. Son obras equiparables por su importancia económica. Ambas son clave para la prosperidad del país. Y es que se crea riqueza gobernando, proponiendo, ejecutando y, en definitiva, cumpliendo”, ha señalado la titular Mitma.
Y es que tanto las obras del tramo de la A-27 entre Valls y Montblanc como las de la B-40 entre Olesa y Viladecans han sido largas y complejas ya que han sufrido la parálisis de la crisis. Por ejemplo, cuando este Gobierno logró reactivar las obras de la A-27 en 2019, tras conseguir la autorización de un modificado, sólo se habían certificado 22 millones de euros, de los 157,25 millones de euros que finalmente se han invertido en la carretera, de que 147,16 millones de euros corresponde a las obras y el resto a los contratos de asistencia técnica.
“Es importante recordarlo para poner en perspectiva el esfuerzo de los últimos años”, ha aseverado la ministra antes de apuntar que son historias “de recortes, modificados y emergencias a las que quisimos reescribir el final acelerándolas”.
En este sentido, el Ministerio sigue trabajando para mejorar la conectividad en la zona norte occidental de Cataluña por lo que avanza en la redacción del proyecto del tramo final de la A-27, que cerrará la autovía en un futuro enlace con la AP-2 en Montblanc, conectando las capitales de Tarragona y Lleida mediante vías de gran capacidad.
Una conexión más segura y sostenible
Con la apertura de este nuevo tramo de la A-27, se prevé un ahorro de tiempo de más de 700.000 horas anuales, ya que se espera que el tiempo medio de viaje se reduzca en 10 minutos, al evitar el paso por el sinuoso “Coll de Lilla” y dirigir el tráfico por un túnel amplio, moderno y seguro.
Asimismo, supondrá un ahorro de más 22 millones de kilómetros anuales. Esto conllevará una mejora de la eficiencia del consumo energético, que se traduce en una reducción de 4.300 toneladas anuales de C02 y, por tanto, un aumento de la sostenibilidad del transporte por carretera. Además, la nueva infraestructura supone un aumento de la seguridad.
En términos comerciales, mejorará la comunicación entre importantes zonas industriales del interior, Lleida y Aragón, con el puerto de Tarragona, influyendo positivamente en la competitividad del puerto, y a su vez en el desarrollo económico y social de la zona.
La autovía A-27 ofrece así una opción de gran capacidad, menos congestionada y más rápida y segura frente a la carretera N-240 entre Tarragona y Montblanc, uno de los ejes viarios más importantes para la conexión entre Tarragona, y, por ello, uno de los utilizados por el tráfico procedente del eje Madrid-Zaragoza-Lleida con destino Tarragona.
Características técnicas del tramo
El un nuevo tramo de 5,1 km de la autovía A-27, entre el núcleo urbano de Masmolets, en el término municipal de Valls, y el enlace de Lilla, en el término municipal de Montblanc, en la provincia de Tarragona, cuenta con dos carriles por calzada de 3,50 metros (m), arcén exterior de 2,50 m e interior de 1,50 m.
Dispone de una berma exterior de un metro y mediana de anchura variable, con un mínimo de 3 m. En aquellos tramos de calzada en los que se supera la pendiente del 5% se dispone de un tercer carril de 3,50 m.
Se han diseñado 3 viaductos para salvar el cruce de la traza con la N-240 y la Rasa del Serralle. Igualmente se han dispuestos otros pasos superiores e inferiores para garantizar la permeabilidad de la vía.
En el nuevo tramo, destaca el túnel del Coll de Lilla, formado por 2 tubos de unos 1,47 km de longitud, conectados por 6 galerías, una cada 220 m (5 peatonales y 1 para paso de vehículos de emergencia).
El túnel cuenta con modernas instalaciones de explotación y seguridad, entre las que podemos destacar:
Un sistema separativo en la red de drenaje para recoger independientemente las aguas de infiltración de las de vertidos en la calzada.
Doble fuente de suministro de energía.
Alumbrado mediante proyectores LED. En las bocas de entrada y salida se realiza un control automático del alumbrado en función de las lecturas de los 2 luminancímetros colocados por boca de entrada.
Protección contra incendios: Los túneles y sus bocas están equipados con una red mallada de hidrantes separadas un máximo de 100 m.
Se ha instalado un sistema de cámaras HD fijas para la detección automática de incidentes (DAI).
Desde un nuevo centro de control, en la boca sur, se controlarán de forma automática y constante las instalaciones de seguridad del túnel