Los economistas coinciden en que la crisis económica derivada del Covid-19 no se solucionará este año y que, a pesar del efecto rebote que se vaticina para 2021, la situación económica anterior a la pandemia no se recuperará hasta dentro de tres años. Pero la incertidumbre es la gran protagonista, al no haber fecha para una futura vacuna y no saber si habrá nuevas oleadas del virus.
«Habrá un rebote en 2021, pero de una intensidad que no permitirá llegar a la posición de 2019 hasta 2023», explica José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España.
Que la actividad y el empleo no volverán a la situación previa a la pandemia hasta 2023 es la tesis que también sostiene Funcas (Fundación de Cajas de Ahorro), que señala que la tasa de paro se situaría en el umbral del 34% si se contabilizaran los trabajadores afectados por un ERTE. «El parón de la economía generado por el virus y las medidas draconianas de confinamiento no tiene precedentes», señala Raymond Torres, director de Coyuntura y Economía Internacional de la entidad. La recuperación «debería producirse a partir de la segunda mitad de este año», por lo que el tiempo de duración de esta crisis será «mucho más corto» que en 2008, que fue de unos nueve años.
El escenario central de los análisis de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) apuntan a que el PIB se desplomará un 12% respecto a 2019, y un 13,4% en relación a la situación preCovid. En este supuesto, el impacto de la crisis duraría ocho meses (hasta diciembre) y los peores meses serían abril, con una caída del 32%, mayo (-28%) y junio (-24%). A partir de ahí, el shock iría reduciéndose progresivamente.
El sector del turismo será uno de los más tocados. «Las reglas de distanciamiento complicarán mucho una recuperación en ‘V’, habrá ajustes de entre el 70% y el 80% y eso siempre que se recupere parte del turismo nacional», explica Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, que augura que pasarán «años» hasta que la gente vuelva a coger confianza para ir a otro país por el temor al contagio. La cantidad de puestos vinculados al turismo puede complicar la situación: «El 40% del empleo creado durante el periodo de recuperación, de 2014 a 2018, tiene su origen en el sector turístico», señala.
También el sector de la construcción saldrá dañado porque toda esa porción que depende de los turistas se paralizará: «No veremos muchos nuevos hoteles y la demanda de vivienda por parte de extranjeros se detendrá los próximos tres años». Además, la compra de vivienda por parte de la población española tampoco crecerá, por la elevada incertidumbre.
El gran pico de desempleo llegará en navidades, asegura Juan Abellán, profesor de EAE Business School, quien augura rebajas salariales para 2021 y un posible impacto de la subida del salario mínimo (SMI) que se dio en 2019 y 2020. «Quizá en Madrid, Barcelona o País Vasco, el desempleo generado por la subida del SMI sea mínimo, pero en Andalucía o Extremadura va a ser un obstáculo para contratar en algunos sectores durante los próximos años», asegura el profesor.