El biocombustible para aviación supone la reducción del 80% de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Este tipo de combustible, denominado SAF (sustainable aviation fuel), es una alternativa a los fósiles que se ha posicionado como el mejor instrumento para descarbonizar el sector aéreo.
Este combustible sostenible se está utilizando ya en España, por lo que su uso a gran escala no necesita modificar ningún mecanismo de los aviones ni de las infraestructuras de los aeropuertos.
Un estudio de PwC presentado ayer por Iberia y Vueling refleja que si España comenzara a producir este combustible en 30 plantas que se instalaran en el territorio, se podrían generar 56.000 millones de euros de PIB y 270.000 nuevos puestos de trabajo.
«España tiene la oportunidad de convertirse en líder en producción de SAF igual que lo es de otras energías renovables», apuntó Teresa Parejo, directora de Sostenibilidad de Iberia, durante la presentación del informe en Madrid.
Entre 30 y 40 plantas de producción repartidas por todo el país serían suficientes para descarbonizar la aviación española, según sus cálculos. En este sentido, apuntan a la España rural como el territorio rico en residuos del sector primario –útiles para la producción de SAF– que saldría más beneficiado de este proyecto.
¿Qué cantidad de SAF se necesita? En total, se calcula que la descarbonización de la aviación española necesitará 5 millones de toneladas de SAF al año en 2050. Por ello, con estas 30-40 plantas de producción en España permitiría cubrir toda la demanda nacional e incluso ser capaces de exportar grandes cantidades de SAF al mercado internacional.
22.000 M€ de inversión
El problema actual es la baja producción de SAF, que actualmente es de solo el 0,05% del total de la demanda de combustible para aviación, según puntualizó Franc Sanmartí, director de Sostenibilidad de Vueling.
«Tenemos una gran oportunidad para encabezar la producción de SAF a nivel europeo, aunque requiere de un esfuerzo colectivo para incentivarlo», señaló. El estudio indica que será necesario invertir unos 22.000 millones de euros hasta 2050 para desarrollar las 30 o 40 plantas de producción.
Desde las aerolíneas confían en que esta nueva industria crearía gran cantidad de nuevos empleos en el mundo rural porque es el lugar donde hay mayor fuente de residuos que son materia prima para la producción de este biocombustible.
Esto contribuiría al desarrollo de la España vaciada y a una mayor cohesión social y territorial, según argumentan las compañías.
Catalunya está entre las regiones con mayor capacidad para producir SAF orgánico, además de Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura. Desde Iberia aseguran que ya han mantenido contactos con Moncloa y el Ministerio de Transición Ecológica, así como con el PP, principal partido de la oposición, a los que les han presentado estudios de este tipo para lograr que el SAF se convierta en un elemento que marque la agenda política.
Las aerolíneas consideran que esta es la verdadera forma de descarbonizar el sector, frente a la decisión de Francia de la prohibición de vuelos cortos que se ha llegado a plantear en algún momento en nuestro país. IAG, grupo al que pertenecen Iberia y Vueling, se ha comprometido a usar un 10% de SAF en todos sus vuelos en 2030.
Esta cantidad es casi el doble de la requerida por la regulación nacional e internacional para ese año, lo que ayudará a impulsar el mercado de SAF en España, explicaron desde ambas compañías.