En pocos días entrará en vigor para todos los estados miembros de la Unión Europea (UE) el nuevo reglamento eIDAS2, una revisión del reglamento eIDAS (electronic IDentification, Authentication and trust Services) de 2014, con la vista puesta en promover el derecho (voluntario y gratuito) de todo ciudadano europeo a contar con una identidad digital que sea reconocida en cualquier lugar de la UE.
Transcurrido un máximo de 12 meses desde el 1 de enero de 2023, todos los estados miembros de la UE (entre ellos, el Reino de España) deberán proporcionar a los ciudadanos un wallet (billetera) digital para guardar en él, mediante tecnología Blockchain, su identidad digital.
Uno de los objetivos perseguidos por este reglamento es que, en el año 2030, la población que cuente con un sistema de identificación europeo (e-ID) alcance el 80% de los ciudadanos de la Unión, haciendo irreversible la transformación digital en el área documental.
De todo ello habló recientemente Ismael Gómez, delegado comercial de Camerfirma, en una jornada organizada por la oficina Acelera Pyme de la Cambra de Comerç de Tarragona y titulada Crea un entorn paperless a la teva empresa.
En su charla, Ismael Gómez explicó cómo estos nuevos wallets digitales permitirán a sus titulares identificarse tanto online como offline, y utilizar información civil, administrativa, fiscal, bancaria o universitaria para acceder a servicios públicos y privados.
Solicitar la apertura de una cuenta bancaria utilizando un wallet emitido por un estado miembro distinto a aquel en que se encuentre la sede del banco, alquilar un coche mediante la e-ID de un estado miembro diferente al de la empresa de alquiler o compartir datos financieros (ingresos, calificación crediticia...) para la solicitud de préstamos bancarios online son algunas de las opciones que se abren.
Se trata de un punto de inflexión en una tendencia hacia la eliminación del papel en las organizaciones que se ha acelerado con el estallido de la pandemia global de Covid-19. «La palabra clave es ‘teletrabajo’», explica Ismael Gómez, delegado comercial de Camerfirma. «La pandemia de Covid-19 ha hecho -prosigue Gómez- que el teletrabajo se imponga en las empresas, y ahora se trata de cómo utilizar la identidad y la firma digital en los procesos online para eliminar el papel» de esas organizaciones.
«La pandemia -insiste este profesional- forzó el teletrabajo, y eso ha sido el detonador para lanzarnos hacia estas herramientas, poniendo en valor una herramienta digital que ya existía de hace años, y que no es otra que la firma electrónica o los certificados digitales. Desde la pandemia, las empresas están trabajando en ello».
¿Cómo lo están haciendo y cómo se preparan para el despliegue masivo de la identidad digital entre los ciudadanos de la Unión Europea? El primer paso, según relata Ismael Gómez, son los certificados digitales. «Es la primera herramienta -explica- que nos ayuda a los trámites digitales en la empresa. Es la herramienta que da fe del titular de una identidad digital y que nos permite dotarnos de una identidad digital, tanto para realizar trámites a través de Internet como para realizar firmas de documentos».
Surge aquí la necesidad de contar con herramientas para custodiar esos certificados en la nube, porque «cuando tienes muchos certificados digitales de trabajadores -añade Gómez-, una solución es una herramienta de custodia en la nube que proporcione seguridad, control y accesividad».
El segundo paso es la firma digital, que no necesariamente precisa de un certificado digital, puesto que hoy pueden distinguirse tres clases de firma electrónica (simple, avanzada y cualificada), con distintos niveles de complejidad y funcionalidades. Entre ellas, este profesional destaca el potencial de «la firma biométrica por voz, que tiene más capacidad legal de ser una firma avanzada que incluso la firma en tablet».
Con todo esto implementado, y a la espera del nuevo eIDAS2, solo queda gestionarlo a través de una plataforma de firma electrónica que facilite esa tarea.