La economía circular plantea un modelo económico y productivo caracterizado por la sostenibilidad y el ahorro de recursos y fuentes de energía. El mismo modelo que propone Cator en Alcover, una empresa que recoge el aceite que proviene de los talleres y la industria para convertirlo de nuevo en materia prima.
Con una capacidad para procesar 42.000 toneladas de aceite al año (aproximadamente un 50% procedente de Catalunya y el otro 50% del resto del Estado y otros países), una plantilla de 70 empleados y una facturación de 15 millones de euros al año, ocupa una posición de liderazgo en la valorización de este tipo de residuo.
Regeneración
La normativa catalana establece que todo el aceite usado que se produce en Catalunya debe ser regenerado (reciclado) siendo ésta la vía de gestión más sostenible. Si bien esto no implica que este aceite usado deba ser forzosamente regenerado en este ámbito geográfico.
En el resto del Estado la normativa permite que un 35% del aceite usado pueda ser tratado como combustible, generando emisiones y eliminando un recurso natural escaso.
En el año 1993, por medio de concurso público, Cator se convirtió en la concesionaria única para la gestión del aceite mineral usado en Catalunya, convirtiéndose en una empresa pionera en la recuperación de aceite.
Proceso sostenible
El proyecto de esta planta era el único que apostaba por la gestión integral del aceite, desde su recogida hasta su regeneración, convirtiendo la gestión en un proceso sostenible y creando ya en los años 90 la economía circular del aceite.
En el año 2013 finalizó la concesión pública y ahora compite en un mercado liberalizado a nivel global. Aproximadamente un 60% de este aceite proviene de los talleres mecánicos, mientras que el otro 40% proviene de la industria.
Cator se encarga tanto de la recogida como del tratamiento del aceite. Para este fin, dispone de vehículos de varias dimensiones con los que poder garantizar el acceso a todo tipo de instalaciones de recogida de aceite. «Todos los camiones cuentan con el equipamiento necesario para efectuar la recogida de la forma más rápida y segura», afirma su director general, Eduard Ribasés.
En este proceso, Cator recibe las cisternas de aceite y, como si de crudo se tratase, lo somete a un proceso de refino, para eliminar el agua, los metales y todos los aditivos degradados que contiene este aceite. El producto final que se obtiene de este proceso es un aceite base de alta calidad que se comercializa a los fabricantes de lubricantes.
Pero, en línea con las prácticas de la economía circular, aquí no se desperdicia nada. «Diseñamos una planta como modelo de residuo cero, y todos los subproductos los comercializamos o los reaprovechamos en el propio proceso», explica Eduard Ribasés, director general.
El 65% del aceite usado tratado se comercializa de nuevo como aceite base, un 15% es un producto asfáltico que también se comercializa, otro 10% es un combustible que se autoconsume en el proceso para la generación de calor y un 10% es agua que se reutiliza como energía refrigerante. «Queremos mejorar todavía más la calidad de nuestro aceite base», asegura Ribasés. Con este objetivo, cada año invierten en I+D+i.
Regenoil
El aceite obtenido en el proceso de re-refinado de Cator, llamado Regenoil, es apto para la fabricación de lubricantes de alta calidad.
Aseguran que fue el primer aceite base procedente de una planta de regeneración de aceite usado que superaba ampliamente las homologaciones europeas y americanas más exigentes.
Asesoría tecnológica
Y es que la experiencia de muchos años dedicados a la valorización permite a Cator ofrecer, a través de su departamento de I+D+i, un amplio servicio de asesoría tecnológica para la búsqueda de mejoras en procesos existentes o para el desarrollo de nuevos procesos que puedan aportar adelantos técnicos y medioambientales.
La planta dispone de un laboratorio con tecnología punta en el análisis de aceite mineral usado y aceites lubricantes. «Queremos ser una planta todavía más eficiente y responsable con el medio ambiente», concluye su director general, Eduard Ribasés.