Cuando el FC Barcelona publicó el once inicial antes del Clásico todos los focos apuntaron de repente al nombre de Sergi Roberto que rezaba entre los 11 elegidos. Una vez más, Xavi Hernández dejaba claro que la confianza que tiene en el reusense es absoluta. Por eso renovó hace una semana un año más, por eso fue titular en Old Trafford y por eso fue titular este pasado domingo en un Clásico crucial para Laliga.
El reusense se ha convertido en una carta sorpresa para el técnico egarense tanto en el día a día como en los partidos de máxima trascendencia. Son ya muchos años disputando encuentros en diferentes contextos y eso le permite saltar al terreno de juego con la experiencia de su lado. Se nota porque es uno de esos jugadores que en los momentos de la verdad aparece.
Ante el Real Madrid, Sergi Roberto no actuó en el lateral derecho como había hecho en la mayoría de los 18 encuentros disputados ante el Real Madrid. El reusense se benefició de un cambio de sistema forzado por las bajas con el que Xavi le ha dado una vuelta a su Barça al jugar con cuatro medios. Ahora es un equipo más compacto que ha encontrado un mayor equilibrio en su estructura y eso le permite presionar mejor y no dejar tanto espacio en su transición defensiva si el rival le supera la primera línea.
El mediocentro actuó en el centro del campo con una libertad total de movimientos que le permitió explotar una de sus mejores virtudes cuando juega en esa posición que no es otra que la llegada al área desde la segunda línea. Es un futbolista que maneja ese registro, pero que tuvo que enterrarlo en el baúl de los recuerdos durante muchas temporadas porque en el papel de carrilero diestro se le exigían otras aptitudes que él siempre asumía con naturalidad y fiabilidad cuando las lesiones le respetaban.
El reusense comenzó el Clásico dando muestras de que estaba conectado. Estuvo a punto de marcar el primer gol del partido con un disparo tenso desde la frontal que pasó por encima de Thibaut Courtois. Ya no avisaría más. Allí nació una versión de Roberto preponderante en la que conectaba con facilidad con Raphinha en una banda derecha azulgrana que tomó mucho protagonismo en el Clásico. El brasileño y Roberto tiraron varias paredes que hicieron sufrir el sector izquierdo del Real Madrid. Se fue picando piedra poco a poco y el gol de Vinicius terminaría quedando en anécdota.
Se acercaba ya el descanso cuando Sergi Roberto recogió un despeje de Militao en el interior del área. Su ejecución fue tan fina como efectiva. Controló y con el interior le pegó al palo largo de Courtois. Fue una definición más propia de Lewandowski que del reusense. El meta belga no pudo hacer nada y Sergi Roberto se fue a la esquina del Camp Nou a celebrar un gol que cambia totalmente el contexto del partido y del campeonato liguero.
Ovacionado por el Camp Nou
En la segunda parte, Roberto siguió siendo un elemento indetectable para la defensa del Real Madrid. 76 minutos duró una exhibición que el Camp Nou premió cuando fue sustituido por Fran Kessié. En un lugar en el que se le ha pitado se marchó ovacionado. Las cosas han cambiado para un reusense que vuelve a disfrutar sobre el verde y se le nota. Aquel movimiento sería clave para el encuentro. Porque Asensio marcó, pero el VAR lo anuló por fuera de juego y sería Kessié el hombre que marcaría el gol de la victoria azulgrana en el tiempo de descuento. Un tanto que amplía la ventaja culé a 12 puntos y acerca la conquista del título liguero.
Sergi Roberto recibiría al final del partido el título de MVP del partido. Una distinción que le hizo ser el mejor en un Clásico plagado de estrellas. Xavi Hernández nunca ha dejado de creer en un futbolista que siempre le ha respondido. Por eso ahora se ha ganado un lugar especial en la rotación. A la espera de la vuelta de Pedri, apunta a seguir siendo titular.
