El Nàstic de Tarragona ha recibido en las últimas semanas varias ofertas de traspaso por Pablo Fernández. El delantero asturiano es una de las piezas codiciadas de la categoría. Un atacante con unas condiciones diferentes a las que se suele encontrar en Primera Federación. Casi únicas, lo que le convierten en un futbolista muy apetecible para los proyectos más ambiciosos.
Lo ha sido desde que llegó a Tarragona hace tres años. El Nàstic lo ató con altas perspectivas de su evolución. El asturiano las ha cumplido de sobras. En sus tres años en Tarragona ha superado los 100 partidos y ha marcado 18 goles. Sin ser una de sus grandes virtudes, posee otros talentos, Pablo Fernández ha conseguido mejorar su olfato goleador con los años. El curso pasado acabó con siete tantos. La cifra más alta en su estancia en el Nou Estadi.
No es la primera vez que llega una oferta por el delantero de Candás. En invierno, el RC Deportivo de la Coruña puso mucho empeño en su contratación. Hubo propuesta, pero las pretensiones económicas del Nàstic para dejar marchar a uno de sus jugadores franquicia impidieron cualquier posibilidad de fuga.
Este verano, clubes con proyectos económicos importantes han vuelto a poner el foco en Pablo Fernández. La respuesta, por ahora, a todos los intereses oficiales que han llegado a la mesa del Gimnàstic ha sido la misma: Pablo no se vende.
El delantero asturiano de 27 años tiene todavía un año de contrato. En diciembre de 2022 firmó una ampliación hasta junio de 2025, con una mejora sustancial de salario. La idea del club, más que perderlo, sería renovarlo.
A nivel deportivo, Pablo Fernández es un jugador indiscutible en el sistema de Dani Vidal. Un futbolista que marca al entorno, puesto que hace mejores a los compañeros que le rodean.
Su importancia va más allá de sus registros. Tiene un papel determinante en el esquema de juego del equipo y cuyo reemplazo, en el caso de marcharse, sería una tarea, sino imposible, muy complicada.
Eso sí, en época de mercado y con un presupuesto que volverá a registrar déficit, sería muy difícil rechazar una oferta mareante. Aunque parece muy difícil que pueda llegar a las cifras astronómicas por las que el club dejaría perder a una de sus estrellas.
