Cuando Oriol Romeu decidió aceptar este verano la oferta de Xavi Hernández lo hacía con el total convencimiento de que su papel en su vuelta a casa podía ser importante. Fue el premio a su brillante temporada en el Girona.
Muchos intentaron vender su regreso como un simple parche para la sala de máquinas. Estaban muy alejados de la realidad porque el técnico egarense pidió su fichaje como una prioridad absoluta porque confiaba ciegamente en que el mediocentro de Ulldecona era el jugador perfecto para el ocupar el lugar del mítico, Sergio Busquets.
Por si quedaban dudas, la pretemporada las despejó todas. Estados Unidos fue el escenario para ver desde el primer día que el papel de Romeu en el Barça iba a ser más protagonista de lo que se pensaba en un principio. Lejos de ser un elemento de rotación, Xavi tenía claro que quería darle el pivote al de Ulldecona para liberar al resto de mediocentros en su idea de juego.
Titular en la base
El debut liguero ante el Getafe fue la prueba definitiva. Romeu regresaba al Barça en partido oficial y lo hacía como titular en la base del centro del campo. La pretemporada del de Ulldecona había sido tan positiva que había reventado la puerta de la titularidad. En el Coliseum Alfonso Pérez le tocó debutar con un rival feo, pesado y que jugó al límite de lo legal en muchas fases del encuentro. Un equipo que obligó al pivote ebrense a ponerse el mono de trabajo.
Le tocó chocar, disputar duelos de manera constante y jugar fácil con el balón en sus pies. Lo hizo bien en todo momento e incluso estuvo a punto de marcar un gol desde fuera del área. En el Clásico de verano de EEUU también estrelló un larguero desde la frontal. Se está acercando su primer gol con la zamarra azulgrana y todo apunta a que si sigue así llegará más pronto que tarde.
La titularidad de Romeu no parece que será flor de un día. Apunta a permanencer en el once inicial a corto plazo y si ofrece un rendimiento parecido hasta la fecha también lo será a largo plazo. Además, Xavi está apostando desde el minuto uno por un sistema con cuatro mediocentros.
Ahí el de Ulldecona resulta clave porque con su trabajo oscuro libera a los otros tres mediocentros en la penúltima fase del ataque. En el caso del debut liguero, Romeu cubrió las espaldas de De Jong, Pedri y Gundogan.
Un caso diferente fue el del jugador de Reus y primer capitán esta temporada, Sergi Roberto. El mediocentro no disputó ni un solo minuto y parece que va a tener que sudar mucho para conseguir tener minutos en una rotación en la sala de máquinas en la que cuenta con hasta cinco futbolistas por delante.