Cuando el colegiado pitó el final del partido en Ourense, solo hacía falta contemplar las figuras de los futbolistas del Nàstic para entender sus sentimientos. La derrota en O Couto dejaba a su entrenador en la cuerda floja, y las reacciones de sus pupilos no pudieron ser más expresivas. En sus rostros se apreciaban la impotencia, la pena y la rabia, porque sabían que el proyecto en el que tanto creen se tambaleaba.
Ander Gorostidi y Antoñín Cortés, dos voces autorizadas del vestuario, fueron los encargados de hablar en zona mixta. Lo hicieron sin tapujos y con la verdad por delante. Ambos refrendaron que el apoyo a Dani Vidal por parte del vestuario es total y así lo hicieron público.
«No hay ninguna duda de que esto se revertirá con Dani Vidal. Debe seguir hasta el final de la temporada. No quiero escuchar nada más. Jugadores y cuerpo técnico estamos unidos al 150% y lo sacaremos adelante». Eran las palabras de Ander Gorostidi, uno de los capitanes, en zona mixta.
Antoñín Cortés, el goleador en tierras gallegas, quien además le dedicó su tanto a Dani Vidal, también se mojó: «Las decisiones no dependen de nosotros, pero Dani Vidal tiene el apoyo total de la plantilla. Es lo mejor que tenemos. La situación es reversible, somos una familia y el fútbol son dinámicas. Solo queda trabajar y preparar el próximo partido».
El vuelo de vuelta desde Oporto hasta Barcelona fue complicado. Muchos jugadores se preguntaban entre sí qué pasaría con su entrenador. La sombra de la destitución planeaba sobre ellos, y eso les causaba un sentimiento de incertidumbre absoluta.
El domingo por la mañana, la plantilla al completo se dirigió al entrenamiento programado. De puertas para dentro, el vestuario volvió a mostrar su apoyo a Dani Vidal. Aquello no quedó en un mero acto de cara a la galería; también decidieron acudir a charlar con las altas esferas del club. Lo hicieron para expresar su respaldo al míster.
Ahora deben demostrar en el verde que Dani Vidal es el entrenador ideal para conseguir el ascenso. Su actuación frente al Bilbao Athletic no estuvo a la altura, y en O Couto solo cuajaron 30 minutos dignos de un candidato al ascenso en un tramo final en el que pudieron haber empatado.
Frente al Barça Atlètic deben dar ese paso adelante que la afición espera. La mejor manera de proteger a su entrenador es venciendo y convenciendo. El club, en la reunión mantenida ayer con los capitanes, el cuerpo técnico y la dirección deportiva, ha sido claro: es hora de ganar para evitar decisiones.