Pocos jugadores habrán dejado Tarragona con tanto cariño por parte de los aficionados que Robert Simón (Badalona, 30 años). El extremo derecho se hizo querer desde que firmó en julio de 2021 hasta el día que abandonaba la discipina grana hace apenas tres meses. Sin sitio en el primer equipo del Nàstic y en la fase final de la recuperación de una rotura del tendón de Aquiles, Robert encontró acomodo a menos de 100 kilómetros.
En la UE Cornellà está llevando una puesta a punto para volver a ser el jugador que fue en su primer curso en el Nou Estadi. De momento, el pasado fin de semana marcó su primer gol. Un tanto, que supuso la victoria verde en Zubieta que fue toda una liberación.
¿Cómo estás en Cornellà y cómo te encuentras?
Contento. Voy cogiendo la forma poco a poco. Han sido meses muy duros y la vuelta a la competición cuesta tras tantas semanas parado. Pero cada vez con mejores sensaciones y mucha energía para afrontar el tramo final de la temporada.
El pasado fin de semana marcaste. Se te vio emocionado. ¿Qué significa ese gol?
Fue una liberación muy grande. Es como decir: ‘Robert está aquí de nuevo’. Mostrarme otra vez. Si te fijas en las imágenes, rompo a llorar en la celebración, vi que los meses de trabajo, tan duros, tienen su recompensa.
¿Qué te pasa por la cabeza en esos instantes?
Me vino a la mente el momento de la lesión. Cuando me rompo en el Nou Estadi. Todo el proceso de estar fuera del terreno de juego. Lo que he tenido que luchar y sacrificar para poder volver a pisar el verde.
¿Ese 16 de abri todo se viene abajo?
Venía de una lesión y acababan de nombrar a Dani de entrenador. Me he encontraba muy bien y vino ese mazazo. El peor de toda mi carrera deportiva. Pero bueno, lo afronté con ganas de recuperarme y de volver. Sabiento que iba a luchar cada día.
La edad hace que sea más complicado de asumir.
Me pasó con 29 y lesionado cumplí los 30. Empiezas a pensar si volverás a estar al nivel.
¿Te entraron muchas dudas?
Muchas. Sobre todo en el día a día de la recuperación. Hay momentos que vas para atrás o semanas que no progresas. Piensas hasta si podrás jugar un partido.
¿Cómo los superaste?
Con mi familia, sobre todo mi madre y mi hermana, y con el trabajo de mi psicólogo Xavi Lucas. Soy una persona muy introvertida pero me tuve que abrir. Expresar mis sentimientos en cada momento, sin marcarme plazos finales, sino pasos cortos en la recuperación.
Además, la lesión llegó en un momento en el que te quedabas sin contrato con el Nàstic.
Una duda más del proceso. El club me planteó la posibilidad de recuperarme en el club y en el tramo final entrenar con el primer equipo. Incluso valorar si en el mercado de invierno había una ficha libre poder quedarme. No pudo ser, pero agradecido al club, al cuerpo técnico y a mis compañeros porque me dejaron ser uno más.
Todos señalan que has sido parte de esa plantilla.
Aunque no pude participar en el campo, intenté ayudar al equipo con otro rol. Creo que cuajé. El otro día, después de marcar el gol, miré el móvil y tenía mensajes de casi toda la plantilla del Nàstic y del cuerpo técnico. Supongo que quiere decir algo.
Eres uno de los jugadores que han salido del Nàstic con más cariño por parte de todos
Es de agradecer. También por redes sociales los seguidores del Nàstic me mandaban felicitaciones. Estaban incluso más contentos que yo. Desde el primer día que llegué a Tarragona conecté con la afición. Por mi manera de ser, de jugar. Me hicieron sentir como en casa. Al Nàstic lo considero uno de mis equipos, junto al Badalona, el equipo de mi ciudad, y el Cornellà.
¿Cómo calificarías estos dos años y medio en Tarragona?
Mi primera temporada fue sensacional. Se vio un Robert con un nivel muy alto. Me quedé con la espinita clavada de ese ascenso que no pudimos conseguir en Vigo. Al nivel que estaba, creía que era la hora de dar el paso a Segunda División. Ojalá puedan celebrarlo este año, que yo me alegraré mucho.
Toca enfrentarte al Nàstic. Siempre es especial medirte a un ex equipo, pero cuando has formado parte del grupo, lo es un poco más?
Sí, claro. Cuando hemos hecho el vídeo del rival, ver al Nàstic, a mis excompañeros en la pizarra se me ha hecho raro. Es una semana especial. También la afronto con ganas de enfrentarme a ellos. Ya he estado hablando con varios, con ese pique sano. Serán 90 minutos sin amigos y luego me daré un abrazo con todos y cada uno de ellos.
¿Te habrán preguntado por los puntos débiles del Nàstic?
Algo he dicho, pero en esta categoría nos conocemos todos. Todo se graba y se puede ver. No hay muchos secretos. Además, seguro que Dani Vidal nos sorprende.
¿El Cornellà necesita los tres puntos tanto o más que el Nàstic?
Tenemos otro objetivo distinto, mantenernos. Estamos a seis puntos del descenso y una victoria nos acercaría mucho a esa salvación.
Hay mucha igualdad arriba, pero también abajo.
Y creo que será así hasta el final. Nosotros tenemos ahora un calendario difícil (Nàstic, visita al Barça Atlètic y Deportivo), pero venimos en buena dinámica. Llevamos seis partidos sin perder y tenemos que aprovechar eso. Más contra el Nàstic.
¿Cómo está siendo estos primeros meses en el equipo?
De menos a más. Sobre todo ellos sabían en las condiciones que llegaba. Sin competir desde abril y coger el ritmo cuesta. El otro día media hora y creo que en abril-mayo volveremos a ver al mejor Robert.
¿Qué futuro tienes más allá de esta temporada?
No quiero mirar más allá de junio. Estoy centrado en acabar esta temporada con minutos y ritmo. Que vean que Robert Simón ha vuelto, que está totalmente recuperado y que ese jugador que brilló en el Nàstic.