El sentimiento que envuelve al fútbol es innegable. Cuando tu equipo pierde, lo que queda de día será complicado. Si gana, la cosa es muy diferente. Por cualquier razón, todo se ve mejor y más bonito. Para ganar, son necesarios los goles. Ese momento donde el balón besa la red y se desata la alegría. Valero Serer, en su época de jugador del Nàstic de Tarragona, dio infinidad de alegrías a la afición. Muchísimas. También a su familia y amigos, que lo despidieron este lunes por la tarde. Se marcha el máximo goleador de la historia del club para jugar, donde sea, con otros mitos del fútbol. En el artículo de opinión de ayer en el Diari, el periodista Enric Pujol equiparaba lo que es Serer para el Nàstic a lo que fue Di Stéfano en el Real Madrid o Kubala en el FC Barcelona. En ese partido, los goles y las alegrías están aseguradas. Y yo no me lo perdería.
El recuerdo de Valero Serer será eterno. Primero, para su familia. A lo largo de sus 89 años de vida ha sido el mejor marido, padre y abuelo que se puede esperar. No lo digo yo, que por mala suerte mía no tuve el placer de conocerlo. Lo comenta uno de sus hijos y con quien comparte nombre. «Siempre te llevaremos en el corazón», destaca Valero Serer hijo. En el funeral, estaban su mujer, sus hijos y sus nietas. Hubo emoción entre ellos recordando todo lo bueno vivido a su lado. También había amigos, allegados, exjugadores, representantes del Club Gimnàstic y aficionados que, aunque no lo vieron jugar nunca, querían despedir al mito.
Es imposible no pensar en el Nàstic cuando se menciona el nombre de Valero Serer. Marcar 181 goles en 328 partidos es algo inaudito. Me atrevo a decir que no lo veremos nunca más en la historia. Y menos con lo poco que duran ahora los jugadores en sus equipos y el poco sentimiento que hay. Un sentimiento que si tenía Serer. Quienes le conocían comentan que «el Nàstic era uno de sus tres amores». Los otros dos fueron el Real Zaragoza, su primer equipo, y su mujer, Dora Villacampa. Jugó en Tarragona 10 temporadas, del año 1960 al 1970, y Serer siempre estará ligado al club con más historia. Es una leyenda y su recuerdo será imborrable. Cuando los socios accedan por la puerta 7 del Nou Estadi Costa Daurada sentirán al jugador. Desde el 5 de mayo de 2018 ese acceso lleva su nombre, juntamente con una placa con una imagen suya. En ese acto, Serer mostraba su humildad. «Esto ha sido una sorpresa. Lo agradezco, pero hay jugadores que lo han hecho mejor que yo y se lo merecen también», decía.
En el funeral, el color grana no podía faltar. Sobre su féretro, una camiseta del Nàstic y una bandera. Sus dos nietas vestían de grana. Una con el nombre de Valero Serer y el número 100. Otra con V. Serer y el número 9. Miembros del Consejo de Administración estuvieron presentes. El presidente, Josep Maria Andreu; el director general, Lluís Fàbregas y los consejeros Joan Maria Potau, Antoine R. Jordà y Jesús Albiol. Josep Maria Andreu no dudaba en decir que «Serer ha sido el mejor jugador de la historia del Nàstic. De pequeño, recuerdo ir al campo de la Avinguda Catalunya con mis padres y recuerdo a la perfección como jugaba y defendía la camiseta».
El Nàstic no olvidará a Serer ni Serer al Nàstic. Él cuidará del equipo. Seguro que, donde quiera que este, ayudará a los grana en todo lo que pueda. En lo que mejor se le dio. Cuando hay una acción que salva un gol, siempre decimos que se nos ha aparecido Sant Magí y Santa Tecla. Cuando los grana marquen ese gol que de un ascenso de categoría o una salvación, allí es cuando diremos que ese balón entró gracias a Serer. Él habrá marcado ese gol. El club, como confirmó el presidente al ‘Diari’, hará un minuto de silencio en su recuerdo antes del partido de este miércoles contra la SD Huesca a las 20 horas de la tarde. Tampoco descarta que se hagan más actos por «una persona especial para todos los nastiquers».
Valero Serer se despidió, pero ahora queda el recuerdo infinito. Para su familia, sus amigos y también para el Nàstic. Ahora, nace la leyenda. La del máximo goleador de la historia del club, la de quien amó al equipo y a la ciudad tanto como a sus familiares y amigos. Será imposible que haya alguien como él. Jamás. Desde el Diari, nos unimos a las muestras de cariño que ha recibido desde que se conoció su fallecimiento. Damos nuestro más sentido pésame a familiares y amigos. Descansa En Paz, mito.