Borja Comenge es el nuevo entrenador del Ibersol CBT para la próxima temporada en Segunda FEB (LEB Plata). El técnico ilerdense aterriza con las ideas claras. Quiere un equipo que siga enganchando al Serrallo y sobre todo que no negocie el trabajo porque ese es el camino para conseguir éxitos.
¿Qué tal las primeras semanas de trabajo?
Vamos poco a poco, pero con buena letra. Ya tengo un conocimiento más profundo del cuerpo técnico y de la gente que forma parte del club. Con Aleix es la persona con la que tengo más contacto diario y ya tengo una noción más especifica, por ejemplo, de aspectos presupuestarios y todo va cogiendo forma.
¿Qué supone para usted entrenar al CBT?
Para mi ser entrenador del CBT, uno de los históricos del baloncesto catalán, me hace sentir muy orgulloso. El Serrallo es un pabellón que siempre me ha gustado y que he sufrido como rival. Me da igual que sea en EBA, LEB Plata o LEB Oro, siempre podré decir cuando me retire que he sido entrenador del CBT.
¿Cómo se define como entrenador?
Soy un entrenador que me gusta entrenar, tanto como dirigir, que me gusta la competición y que sobre todo me considero un entrenador de jugadores, más que un entrenador que intenta hacer cosas complejas a nivel táctico. Me gusta pensar en los jugadores y cómo poder ayudarles a mejorar.
¿Ha visto algún partido del CBT del año pasado? ¿Qué le pareció el equipo?
Era un equipo con buenos jugadores, con buena actitud y hay que valorar que lo que se veía era en un contexto de un equipo muy castigado que estaba peleando en contra de unas expectativas. Las temporadas de descenso son muy duras.
La marcha de Dani Tugores, entre otras, es uno de los sacrificios que ejemplifican que estamos ante una nueva etapa. Se va una pieza histórica para el club. ¿Por qué?
No hablaría de sacrificio. Dani es un emblema dentro del club y ojalá todos los que pasen por aquí puedan dar lo que ha dado. Ha cumplido un ciclo y hemos considerado que tiene que seguir su camino y ya veremos si nos volveremos a encontrar.
Pero mantiene a dos jugadores del curso pasado como son David Fernández y Adrià Duch. ¿Van a ser importantes?
Son dos buenos jugadores que representan una cierta cuota de continuidad, creemos que habrá alguno más. Pero con nuevos planteamientos, roles y enfoques, ellos ya lo saben. Me considero un buen entrenador, pero los dos que estaban el año pasado eran como mínimo tan buenos como yo. Y se bajó de categoría, así que hay que hacer las cosas de otra manera, y ser de la casa no te exime de ello. Vamos a ser exigentes con todos, por eso elegimos a jugadores de calidad y que están cómodos con esta filosofía.
De momento está fichando mucho talento joven.
Sí, pero me gustan sobre todo los jugadores buenos (ríe). El perfil de jugador que quiero es que sea lo mejor técnicamente posible dentro de nuestros recursos económicos, pero lo que más preocupa ahora es generar un grupo de jugadores que consigan que la dinámica de trabajo sea bueno. Si conseguimos eso, ese será el camino para ganar muchos partidos. Quiero que vengan con la mentalidad de darle la misma importancia a cada entrenamiento que a un partido.
Llevar tantos años en los banquillos le ayuda a tener una mayor cartera a la hora de fichar. ¿Lo ve así?
Quiero pensar que es así. Los agentes son claves en este momento de la temporada y saben que yo he entrenado a todo tipo de jugadores y ya me conocen. Estamos apostando por un perfil de jugador joven por una cuestión económica y también de voluntad técnica. Hay que encontrar un equilibrio.
Veo que habla del presupuesto económico. ¿Habrá una buena plantilla?
Haremos un buen equipo, con sentido y que vaya en la línea que explico.
Por último, ¿cómo quiere Borja Comenge que se defina a su equipo?
Me gustaría que fuese un equipo que no tenga por qué brillar ningún jugador en concreto. Me gustaría que fuese un equipo que quiere competir siempre y que trabaje con continuidad. Quiero un equipo reconocible en cuanto a jugadores y en cuanto a las intenciones tácticas.
Borja Comenge: «Quiero un equipo reconocible»