«Tarragona merece tener su propia compañía de flamenco, de la misma manera que Madrid, Murcia o Barcelona. Hemos decidido ir a por todas». Estas palabras de la bailaora reusense Inés Rubio son toda una declaración de intenciones. Junto a la también tarraconense Beatriz Higueras se han propuesto impulsar una compañía profesional en la ciudad para promover el talento local.
Al respecto, Rubio atestigua que «aunque no lo parezca, en Tarragona existe una amplia cantera de talento, personas que, una vez quieren dedicarse profesionalmente al mundo de la danza, y en concreto al flamenco, tienen que abandonar la provincia», a la vez que lamenta que «es una pena que no puedan tener a su alcance una formación profesional superior». Por su parte, Beatriz Higueras hace hincapié en que «el proyecto está destinado a dar visibilidad al talento y convertir Tarragona en una ciudad de referencia en el mundo del flamenco», a la vez que reconoce que «a nivel personal, la iniciativa supone una gran responsabilidad, y profesionalmente nos hace mucha ilusión».
Entonces, para seguir dando pasos en firme en la creación de la compañía, mañana, tendrá lugar una audición en el Centre Cívic Sant Pere i Sant Pau con veintisiete aspirantes: «La intención es elegir a seis candidatas para que formen parte de la compañía, más otras tres, con el objetivo de que saquen el máximo partido a la formación que impartiremos Beatriz Higueras y yo; a la vez que poner a su disposición todos los medios disponibles para que aprendan lo máximo posible», explica Inés Rubio. Como anécdota, la misma asegura que «nos llegaron peticiones de Barcelona, Zaragoza, Murcia, Valencia... Pero hemos acotado la participación a aspirantes de la provincia, para dar impulso a los y las artistas emergentes del territorio».
Al respecto de la prueba, la bailaora detalla que «se basará en cuatro partes para prestar atención al trabajo corporal, la técnica de pies, la técnica que tienen con complemento, en este caso bata de cola y mantón, y la improvisación. Así podremos observar de manera completa sus aptitudes».
Formación
Por todo ello, uno de los pilares de la compañía será ofrecer formación profesional y oportunidades de desarrollo para los artistas locales con el objetivo de fomentar su crecimiento y consolidación en la industria del flamenco. Al respecto, Beatriz Higueras subraya que «queremos que el elenco se forme con el mayor número de profesionales, no solo a nivel local, sino nacional e internacional», mientras que Inés Rubio ya tiene en mente la colaboración con reconocidos directores de ballet, «como el bailarín y coreógrafo Rubén Olmo, actual director del Ballet Nacional de España, o la bailaora y coreógrafa Patricia Guerrero, directora del Ballet Flamenco de Andalucía».
En esta misma línea, Inés Rubio ensalza, como ejemplos a tener en cuenta, la carrera profesional que han seguido otros bailaores tarraconenses: «Indiscutiblemente, en Tarragona hay una cantera prodigiosa tanto de cantaores como de bailaores, como Belén López y Francis Núñez», quien añade que «incluso yo he tenido la oportunidad de actuar en los mejores tablaos de España; ha sido un sueño hecho realidad pisar el Corral de la Monería, Premio al Mejor tablao flamenco del mundo, o el Tablao Flamenco 1911 (antiguo Villa-Rosa), el más antiguo de España».
Asimismo, reconoce la bailaora, «he tenido la suerte de trabajar al lado de personas que admiro y de compartir tablao con Marco Flores o Jesús Carmona; no hay logro mayor que un artista al que admiras reconozca tu trabajo».
Forma de vida
En cuanto al momento que atraviesa el mundo del flamenco, Beatriz Higueras reconoce que «es muy bueno; sea el momento que sea de todas las épocas, siempre ha habido una evolución, un cambio muy vanguardista». Más concretamente, la bailaora indica que «hoy en día se fusiona desde el flamenco más tradicional, que sigue existiendo, con otras danzas para conectar internacionalmente con otros sentidos; no hace mucho que el flamenco solo era aceptado en festivales o ciclos muy específicos, pero ahora también ocupa un espacio en festivales contemporáneos, como una demostración de que es capaz, al mismo tiempo, de mantener sus raíces y evolucionar hacia otras».
Así, no es de extrañar que para Inés Rubio el flamenco sea «mi forma de vivir». «Aunque no me veo toda la vida en los escenarios, sí que me veo toda la vida con el flamenco de la mano, es decir, puedo vivir sin subirme al escenario, pero no puedo vivir sin el flamenco; Dios me ha dado esté don por lo que nunca dejo de aprender, ya que es una carrera infinita. Cada vez que avanzas dos pasos, ves todavía lo que te queda por aprender».