«Hola, hoy tu sangre se ha enviado al Hospital Germans Trías para un paciente. Muchas gracias!». Es uno de los mensajes que todos los y las donantes reciben cuando su sangre se envía a un hospital para tratar a un o una paciente. De este modo, se cierra el círculo de la donación, de inicio a fin.
Una experiencia de la que ayer fueron protagonistas los centenares de personas que acudieron a la Marató de Donats de Sang en el Teatre Fortuny de Reus.
Una jornada solidaria que se saldó con 617 donaciones, entre sangre y plasma, superando la meta propuesta por el Banc de Sang i Teixits.
Después de la pandemia, el Teatre Fortuny fue de nuevo el escenario elegido para celebrar la jornada solidaria. «Hemos regresado de manera ininterrumpida de nueve de la mañana a nueve de la noche. La Marató de Donats de Sang de Reus es una jornada para festejar la solidaridad y en la que se implica el tejido cultural y comercial de la ciudad», explicaba la coordinadora de donaciones del Banc de Sang i Teixits del Camp de Tarragona i Terres de l’Ebre, Núria Vilanova. La misma añadía que «Reus es una ciudad muy solidaria y la Marató de Donats de Sang es una de las más potentes que realizamos en Catalunya, gracias al apoyo de la Associació de Donants de Sang del Baix Camp, en cada una de las convocatorias y campañas».
Daniel (Reus) acudió para donar plasma, ya que desde hace más de una década que es donante de sangre. «Siempre que se organiza una campaña acudo, y si no bajo al Hospital de Reus para donar sangre», explicaba. Respecto a qué le motivo para ser donante aseguraba que «es algo necesario; dinero no tengo, pero sangre me sobra», afirmaba.
En cuanto a la donación de plasma, la primera vez fue hace menos de un año. «Hasta el momento, lo que me echaba para atrás era el tiempo necesario para hacer la donación, unos 45 minutos, puesto que siempre vas liado por el trabajo o lo que sea», añadía.
Ana: «Cuando han operado a mis padres, han recibido la sangre que necesitaban, así que ahora me toca a mí colaborar porque nunca sabes cuándo necesitarás una transfusión»
Siguiendo este espíritu, Ana (Reus) decidió asistir junto a su compañero de trabajo y donar plasma por primera vez. «Como soy donante de sangre, donar plasma es otra manera de ayudar», explicaba la joven. La misma apelaba a la solidaridad de la gente: «Cuando han operado a mis padres, han recibido la sangre que necesitaban, así que ahora me toca a mí colaborar porque nunca sabes cuándo necesitarás una transfusión», argumentaba.
Por todo ello, reconocía que «también estoy valorando ser donante de médula ósea para ayudar un poco más». De hecho, durante la jornada de ayer, los menores de 40 años podían apuntarse al Registro de Donantes de Médula Ósea a través de una muestra de sangre y así aumentar las posibilidades de trasplante de pacientes con leucemia. Cada año 5.000 personas son diagnosticadas con esta enfermedad en el Estado español y el trasplante de médula ósea es la única esperanza para muchos enfermos de leucemia y otras enfermedades de la sangre.
Balón de oxígeno
Así, la Marató de Donats de Sang en el Teatre Fortuny sirvió para aumentar las reservas de sangre hasta alcanzar niveles óptimos, ya que a las puertas del verano es cuando más bajas están las cifras. «Tenemos sangre para seis días y para estar tranquilos nos gusta estar entre 8 y 10 días. Cada día en Catalunya se necesitan 1.000 donaciones de sangre, es decir, un millar de personas necesitan esta sangre, por lo que es necesario garantizar el stock a las puertas de las vacaciones de verano, cuando nos relajamos», afirmaba Núria Vilanova.
Los receptores son, por un lado, personas con enfermedades crónicas que cada día precisan de transfusiones de sangre, y, por otro lado, accidentes, cirugías, etc. De cada donación, se benefician tres personas, puesto que la sangre se separa en los diferentes elementos que la componen: los glóbulos rojos, las plaquetas y el plasma. Cada componente se utiliza para diferentes enfermedades: 3 de cada 10 transfusiones de sangre que requieren los pacientes son para tratamientos de cáncer. De hecho, este tipo de enfermedades son las que más sangre consumen, por delante las enfermedades del aparato digestivo, como hemorragias intestinales, y la salud cardiovascular, como los infartos.
Toda la sangre es bien recibida. Si bien, el grupo sanguíneo O negativo «es el universal y que frente a cualquier emergencia o situación desesperada, cuando no hay tiempo de hacer pruebas cruzadas para saber el grupo sanguíneo, la primera sangre que sale de la nevera es la del grupo O negativo», detallaba Núria Vilanova. El hándicap es que es uno de los grupos sanguíneos menos común entre la población, por lo que el stock siempre es bajo.
De ahí el apreciado valor de la sangre de Anna. «La primera vez que doné fue después de que operaran a mi padre en el Hospital. Coincidió que hacían una campaña de donación de sangre para animar a los familiares; no me lo pensé, y fui. A partir de entonces, me llaman para acudir a las diferentes acciones», recordaba.
La sangre de Anna es O negativo. «Es el grupo sanguíneo que sirve a cualquier persona», aseguraba. Razón de más para sentirse especial al poder contribuir a través de este gesto solidario: «A mí no me cuesta nada, donar sangre es hoy por ti y mañana por mí».