«Procacidad reusense, prosa francesa, verso inglés, Freud, Marx, raíces indoeuropeas». Con estas palabras respondió el poeta Gabriel Ferrater en 1963 a una pregunta sobre las fuentes de su lenguaje, en el marco de un cuestionario sobre poesía.
Gabriel Ferrater nacía en Reus un 20 de mayo de 1922 y se suicidaría en Sant Cugat del Vallès un 27 de abril de 1972 sin haber llegado a cumplir 50 años. Con motivo del centenario de su nacimiento, este 2022 se conmemora oficialmente su aniversario tanto a nivel nacional como en el ámbito internacional. Muchas han sido las actividades que se han llevado a cabo, festivales o rutas literarias en las que se ha ido tras la esencia del gran intelectual. Precisamente, una de estas rutas recorrió ayer en la capital del Baix Camp lugares emblemáticos en la vida del reusense, de la mano de la Associació Gosar Poder con la colaboración de la Fundació Reddis, del Centre de Lectura y de Reus Cultura, un itinerario que a partir de ahora pasará a ser gestionado por las bibliotecas municipales.
Con el presidente de la Associació Gosar Poder, David Figueres, y la secretaria de la entidad, Fina Masdéu, como guías, una veintena de personas se acercaron a la personalidad del célebre crítico, traductor y lingüista a través de algunos de sus poemas, artículos y entrevistas, en un itinerario que rezumaba brillantez, sí, pero también crítica, disconformidad, una cierta irreverencia y mucha soledad, todo ello en un personaje complejo.
«Un individuo escasamente socializado que va a la suya contra viento y marea, incluso a menudo contra su propio interés y que acaba siendo potencial y virtualmente destructivo», como lo calificaría en 1992 en el artículo Gamberro intel·lectual el profesor Josep Murgades, quien fuera alumno de Ferrater en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Retazos de una vida
La ruta, que arrancó y terminó en el Centre de Lectura, evocó su vertiente más personal. Su infancia y el aprendizaje autodidacta, «parece que a los tres años ya leía y que había aprendido solo», respondió en una entrevista realizada por Lluís Pasqual para la Revista del Centre de Lectura; la Guerra Civil, tejida en In Memoriam, que estalló cuando Ferrater tenía 14 años; la burguesía, con la que a menudo fue crítico; la política; su relación con las mujeres o con la misma ciudad de Reus con la que siempre fue ambivalente, como algunos de otros hijos ilustres. «En 1958 su madre vendió el mas del Picarany, en Almoster, donde él pasaba largas temporadas. A partir de ese momento Gabriel ya no volvió nunca más aquí. Reus aparecerá en sus versos, en el Poema Inacabat o en In Memoriam, pero siempre será una relación de amor-odio», comenta el presidente de Gosar Poder, David Figueres. De hecho, en el primero, Ferrater dice «Reus és un poble cínic. Tenint-lo lluny, el dic magnífic».
Entre las paradas del recorrido, algunos puntos de interés: El Centre de Lectura fue importante en la vida de Ferrater especialmente por la vinculación de su padre Ricard y de sus tíos Gabriel, Joan y Amadeu. En el Ayuntamiento, su retrato luce en la Galeria de Fills Il·lustres, pintado por su amigo José María de Martín, una imagen que marca claramente la diferencia entre la solemnidad restante.
El intelectual nació en una casa de la plaza Catalunya, esquina con el raval de Santa Anna, número 80 y posteriormente, vivió unos metros más allá, hecho que recuerda una placa en el raval de Santa Anna, número 13.
«Los que se relacionaron con él destacaron que era una persona extraordinariamente inteligente, aunque posiblemente no acababa de adaptarse a la vida normal. Lo que es cierto es que en todas las vertientes artísticas que tocó dejó huella», resalta David Figueres, presidente de la Associació Gosar Poder, entidad que nació en 2019 para recuperar la figura del poeta «ya que consideramos que no tenía la potencia que merecía».
