La tecnología, sin duda, ha hecho más fácil que nunca salvar las distancias. Entonces, los cientos de kilómetros que separan Tarragona de Asturias son peccata minuta cuando al otro lado de la pantalla está la actriz Júlia Creus (Tarragona, 1994), que con el paso de los años ha forjado todavía más su distintiva mirada, sinceridad y naturalidad.
Tras empezar en el mundo de la gimnasia rítmica, y sobresalir, se decantó por la interpretación. ¿Por qué?
De joven, mi madre había sido bailarina, así que la gimnasia rítmica fue un primer paso hacia la necesidad de transmitir y expresarme. De hecho, es lo que más me gustaba y lo que más destacaba en mí de pequeña. Por otro lado, siempre me había llamado la atención la interpretación, pero como no tenía a nadie cercano involucrado en este mundo, tardé un poco más en comenzar.
En el deporte, la exigencia y la disciplina son un común denominador.
Me han ayudado a entender que todo el trabajo que haces hoy no tiene un resultado inmediato, sino que la compensación es a largo plazo. Algo muy importante teniendo en cuenta que el mundo de la interpretación es inestable a lo largo de la vida.
¿Cómo afronta esta inestabilidad profesional?
Trabajo en aquello que puedo controlar. Por un lado, mi formación, y, por otro, no pierdo la curiosidad, es decir, estoy al día de las películas y series del momento. Es un trabajo de fondo y el que marca que, el día de mañana, cuando surja una oportunidad, haya una diferencia entre unos y otros.
¿Hay suficientes oportunidades?
En España no hay tanto volumen de trabajo en comparación con el talento que existe.
Alfombra roja: Obviamente, mi trabajo no es solo desfilar por la alfombra roja, ni mucho menos. Pero me gusta el romanticismo de cuando estrenas un proyecto y sentir la acogida del público.
Muchas veces se encasilla a los actores en un tipo de papel.
Es un aspecto que no está del todo en mis manos, aunque hago cambios de imagen para que los directores de casting vean que puedo encajar en otros perfiles. Si somos sinceros, el encasillamiento, en cierta medida, se debe a esta parte del sector, es decir, cuando los directores de casting solo te buscan para determinados papeles y no te quieren ver para otras pruebas con la excusa de que ‘no te imaginan’. Y yo digo: Dame la oportunidad de demostrar que lo puedo hacer. Por todo ello, es importante abrazar cada oportunidad y marcar la diferencia.
En la industria de Hollywood, la edad sigue siendo un factor determinante en el caso de las actrices. ¿Le preocupa?
Obviamente, sucede, sobre todo, en películas más comerciales en las que ellos maduran, pero ellas siguen aparentando veinte años. No obstante, cada vez hay más proyectos liderados por mujeres para mujeres, que hacen producciones que explican grandes historias con perfiles diferentes de edad. Asimismo, en España tenemos grandes actrices con consolidadas trayectorias que siguen trabajando.
Hay fenómenos como ‘Alcarràs’ y ‘20.000 especies de abejas’.
Me da esperanza ver cómo el sector se involucra en producciones en las que también hay una mayor presencia de mujeres, como directoras y productoras, que acercan historias que hasta el momento, gestionadas por otras personas, no nos habían llamado la atención. Ahora tenemos una perspectiva nueva. A todos nos haría bien salir de nuestra zona de confort y acercarnos a otras vivencias, ya que esta es la magia del cine.
Bienestar personal: No estoy dispuesta a sacrificar mi bienestar personal para seguir el ritmo de las redes sociales. Esta es mi manera sana de interactuar.
El FIC-CAT abandera la producción de cine en catalán. Fue miembro del jurado.
Durante el tiempo que fui jurado tuve la oportunidad y la obligación de ver todo el contenido del festival, una experiencia que me abrió los ojos y me hizo conocer mucho talento que está por llegar y de quien desconocía su historia. Deberíamos apostar más por festivales como el FIC-CAT, para disfrutar del cine en catalán, e incentivar que se hagan más producciones.
Ahora que vive en Asturias, ¿hace de embajadora?
Catalunya y Asturias tenemos más en común de lo que creemos. Me siento acogida. A la vez, cuanto más lejos estás de tu tierra, más parte de esta identidad quieres llevar contigo misma, para no perder el contacto con ella.
La sinceridad: Es importante mientras sea desde el respeto. Si todos fuésemos más sinceros empezando por nosotros mismos, nos iría mejor en la vida. Yo intento ser lo más sincera posible siempre respetando a los demás, que por supuesto tienen sus opiniones y su manera de actuar.
¿Qué lugar ocupa Tarragona?
Siempre será mi hogar, aunque desde hacía años que no tenía la oportunidad de pasar el tiempo necesario para disfrutar de la ciudad.
El año pasado protagonizó ‘Setembre’, el espectáculo inaugural de las fiestas de Santa Tecla.
Me hizo mucha ilusión, porque hasta el momento no había tenido la oportunidad de trabajar en la ciudad. Con el musical Boig per tu lo intenté, pero tuve cero facilidades y fue frustrante. Así, con el espectáculo de Santa Tecla rompí el mito de que nadie es profeta en su tierra. La experiencia, junto a las actrices Muntsa Alcañiz y Agnès Busquets, fue muy mágica.