De la simbiosis entre arte y literatura brota Abcedari Solidari, un homenaje al poeta Miquel Martí i Pol que ayer se inauguró en el Refugi 1 del Moll de Costa de Tarragona y que se podrá visitar hasta el 27 de abril. «Una reinterpretación de sus palabras 20 años después de que las escribiera», señaló el comisario de la exposición, Gabriel Serrano.
Son tres muestras en una: 26 haikus acompañados de 26 textos literarios a los que se suman 26 obras de arte –pintura, fotografía, grabado, escultura e instalación. De todo ello surge una nueva creación. El resultado, de la A a la Z, es una obra singular que trata cuestiones como la diferencia y la indiferencia, la pérdida, el dolor, la adversidad o la enfermedad –que tanta influencia tuvo a lo largo de su vida. Primero, con la tuberculosis y después, con la esclerosis múltiple–.
De Màrius Carol a Gemma Lienas
De sus haikus Kitsch (De kitsch sol ser-ho tot allò que t’allunya del jo que et repta); Límits (Enllà dels límits, a la recerca d’una cançó enyorada); Solitari (Sol assumeixes el goig de no sentir-te mai solitari) o Paraula (Per la paraula fins el cor de la pedra i del misteri) han escrito Maria Barbal, Víctor Sunyol, Màrius Carol, Víctor Amela, Gemma Lienas o Josep Dallerès. De igual manera, los acompañan obras plásticas de Eduard Arranz Bravo, Joan Fontcuberta o Joan Jordà.
Esta exposición itinerante surgió a partir de Abcedari, que Martí i Pol escribió en 2001 para conmemorar el año del voluntariado, con la complicidad de Ramon Besora, amigo y gran conocedor de su obra, que ayer, antes de la inauguración, impartió la conferencia Quasi autoretrat. Miquel Martí i Pol, el poeta, l’amic.
«Abcedari es una joya solidaria», dijo Besora. «Pero no una joya que se pueda encontrar en una joyería. Es una joya de valor espiritual. Para elaborarla hacían falta 26 piedras preciosas, el mejor taller y el mejor artesano. El taller se encontraba en Roda de Ter y el artesano era Martí i Pol». Como toda alhaja, Besora la mostró al público congregado con especial cuidado: descubrió un libro-objeto de pequeño formato con tapas de seda, custodiado dentro de un pequeño estuche.
Gabriel Serrano, por su parte, hizo hincapié en que además de autor, Martí i Pol fue traductor, especialmente del francés, ejemplares que se exhiben en la sala, así como la música que el poeta escuchaba en su vivienda, lo que permite asomarse a un trocito de su intimidad.
Arte y literatura para lletraferits y para los que quieran pasear un rato de la mano del poeta, de sus versos, de sus palabras. Una simbiosis que tiene su raíz en el hecho de que «los artistas visuales son menos conocidos que los escritores y poetas. Todo el mundo sabe quién es Vázquez Montalbán, pero es difícil reconocer a los grandes creadores visuales», defendió el comisario.
Durante todo marzo, el mismo espacio, el Refugi 1 del Moll de Costa, acogerá otras actividades relacionadas con la poesía coincidiendo con el día mundial de este género literario, el día 21.