2025 será un año histórico para Catalunya. La elección de la región como Capital Mundial de la Gastronomía, un título otorgado por la red de Regiones Europeas de la Gastronomía, es un reconocimiento a su increíble diversidad culinaria, en la que tradición y vanguardia se entrelazan de forma exquisita. Una oportunidad de oro para exponer al mundo la riqueza y diversidad de su oferta culinaria y a través de la cual, Catalunya busca consolidarse como un referente gastronómico global, en un interesante viaje en el que la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre juegan un papel clave.
La Generalitat de Catalunya subraya que este nombramiento tiene como objetivo promover una gastronomía sostenible, inclusiva y de calidad que celebre la identidad local, pero también fomente el diálogo entre las diferentes culturas. La calidad de los productos, una agricultura con valores y un fuerte compromiso con el esfuerzo y su manera de hacer, arraigados de raíz, así como la creatividad de los chefs, son elementos que colocan a Catalunya en una importante posición a nivel mundial. El crecimiento y la evolución de la gastronomía catalana han sido impulsados por la fuerte conexión entre la tierra, el mar y la tradición. Cada rincón de la región tiene algo único que ofrecer, y la provincia de Tarragona, con su rica diversidad geográfica, cultural y gastronómica, tiene un papel destacado en este mapa culinario.
Espacios experimentales en Falset y L’Ametlla de Mar:
En 2026 se estrenarán dos espacios que ayudarán a difundir la riqueza gastronómica del territorio: el Espai Cuina i Mar de L’Ametlla de Mar y el Espai Vi de Falset.
Turistas con un buen perfil
«Se trata de un momento histórico para Catalunya, ya que es la primera región europea que recibe este prestigio», explica Francesc Pintado, presidente de la Federació d’Associacions d’Empreses d’Hostaleria de la Província de Tarragona (AEHT). «Esta distinción no sólo celebra la calidad de nuesra cocina, si no que abre un abanico de posibilidades para colocarnos como referentes gastronómicos a nivel global», añade. Pintado destaca que la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre se consolidan como un destino emergente en los últimos años, cuya cocina también atrae a muchos turistas de un perfil «foodie, que se muestran más interesados por la cultura y el entorno y que generan un mucho más movimiento económico».
Desde la AEHT encaran «un camino lleno de energía, con una distinción que es un reflejo de quienes somos y qué podemos ofrecer, aunque en realidad sólo nos queda explicarlo y poner en relieve nuestros productos de calidad y sus recetas forjadas en los fogones de generación en generación», concluye su presidente.
8 DO’s, 8 estrellas Michelin
Con una ubicación privilegiada, la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre ofrecen una gran variedad de productos esenciales en la configuración de la gastronomía catalana. Su costa es hogar de una de las mayores tradiciones pesqueras de Catalunya, proporcionando pescado y marisco de altísima calidad, como la gamba roja, las galeras, las sardinas, el atún y una gran variedad del saludable pescado azul. Además, la provincia destaca por sus olivos, viñedos y huertas, que contribuyen a la creación de productos autóctonos como el aceite de oliva virgen extra y el vino, dos pilares fundamentales de la dieta mediterránea. Aquí se esconde la mayor concentración de denominaciones de origen por espacio, nada más y nada menos que un total de ocho: Priorat, Conca de Barberà, Montsant, Tarragona, y Terra Alta, Catalunya, Cava y Penedès. Ocho también son los restaurantes que brillan con luz especial: los ocho que gozan de estrella Michelin: Can Bosch y Rincón de Diego (Cambrils), Les Moles y L’Antic Molí (Ulldecona), Quatre Molins (Cornudella de Montsant), Villa Retiro (Xerta), Deliranto (Salou) y Citrus del Tancat (Alcanar).
La distinción busca promover el patrimonio relacionado con la gastronomía
Particularmente, el territorio de las Terres de l’Ebre es conocido por sus platos tradicionales que reflejan su herencia culinaria. El arroz, que en el Delta de l’Ebre se cultiva en campos inundados, es un ingrediente esencial en su cocina, con miles de propuestas, siempre impecablemente sabrosas. Ambas regiones promueven los productos locales y de temporada, favoreciendo la preservación del medioambiente y la economía local. Este enfoque permite la conservación de los recursos naturales y los productos autóctonos de gran valor y calidad.
El impulso al turismo gastronómico generará un impacto positivo en la economía local, brindando a las pymes la oportunidad de posicionarse en el mercado internacional. La gastronomía de la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre, basada en productos frescos, de proximidad y de temporada, representa el futuro de un modelo gastronómico que mira al pasado para construir un futuro más sostenible y saludable, ingredientes perfectos para garantizar que este viaje culinario sea todo un éxito.