La nueva incursión del Xavier Ferré (Reus, 1965) en la escultura se ve reflejada en la exposición 360 que está disponible para el público hasta el próximo 2 de abril en la Sala B’ART de Cerdanyola. Concretamente, en l’Ateneu. El proyecto muestra otros puntos de vista del retrato más allá del frontal. Precisamente el retrato se ha convertido en una de las grandes habilidades del artista, que hasta ahora se había empleado en el registro de la pintura y de las artes plásticas. «He utilizado una APP para escanear las cabezas de los 16 modelos que componen la exposición y he escogido 16 ángulos distintos», comenta el reusense.
En la exposición de Cerdanyola, Ferré enseña distintos materiales y soportes que utilizó durante la creación de las piezas. El escaneado de los modelos ha supuesto para Ferré un trabajo lento, con un proceso similar al de las antiguas fotografías, con el modelo en quietud total para no difuminar la imagen, lo que tiene el inconveniente de ofrecer expresiones quizás demasiado hieráticas.
En blanco y negro
El autor ha utilizado distintas técnicas para llevar a cabo esta producción, entre ellas el lápiz litográfico, rotuladores de tinta, grafiti, gouache, pintura acrílica o lápiz de colores. Todas las piezas se han expuesto en blanco y negro, aunque como explica el propio artista «es la primera parte, porque quiero hacer una segunda con otros 16 modelos en color». Algunos de estos modelos que componen 360 en Cerdanyola son amigos suyos de Reus. Xavier Ferré forma parte de l’Associació d’Artistes Plàstics y gracias a ello le ha surgido la oportunidad de expresar su arte en la Sala B’ART de l’Ateneu de Cerdanyola, un espacio con tradición por el arte, en este caso con la escultura como principal protagonista.
Xavier Ferré mostró, desde muy joven, su pasión por la pintura. Mientras cursaba la carrera de Història en la Universitat Rovira i Virgili ya hacía sus pinitos en este registro. Luego acabó de formarse en la sede de l’Escola d’Art de la Diputació en Reus. Una de sus últimas exposiciones tuvo lugar en la tradicional Pastisseria Pedreny de Reus, que dispone de un espacio para muestras. En ella presentó Fugaç, una obra de naturaleza muerta en la que reflejó piezas de flores y pasteles.
El reusense Xavier Ferré cierra con 360 una trilogía de exposiciones que repasan los géneros pictóricos del paisajismo, los bodegones y ahora el retrato, que siempre ha sido su género preferido por la riqueza de paleta que le ofrece a la hora de expresar sentimientos.