El vecindario de la calle Lluís Companys de Roda de Berà no daba crédito ayer a media mañana cuando media docena de personas descargaban y amueblaban un piso propiedad de un banco y que desde hace unos años hay empadronado una pareja okupa con menores.
El chalet en cuestión ya fue punto de mira de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Local de Roda de Berà durante 2019 cuando se descubrió que en su interior había una plantación de marihuana. El 20 de diciembre se llevó a cabo la actuación y se decomisó la droga, se detuvo a la pareja y se llevaron a los menores.
La droga y la instalación fueron sacadas del número 14 de la calle Lluís Companys, pero los vecinos seguían estando empadronados en el chalet okupado y los hijos iban a la escuela, según han confirmado varias fuentes.
La familia okupa con cuatro menores que guardaba la plantación de 'maría' en Roda de Berà
Los Mossos d'Esquadra y la Policía Local desmantelan este invernadero y envían a los cuatro chavales a una familia a la espera de la decisión que tome la DGAIA para su custodia. El matrimonio fue detenido y ya está en libertad tras declarar ante el juez
Pero la situación cambió entre la noche del jueves y la mañana de ayer. Un coche llegó y aparcó enfrente de la casa. En la baca llevaba un somier.
La Policía Local fue alertada de la presencia de un turismo sospechoso y ante la ausencia de la pareja de okupas empadronados se intuía que era una nueva entrada ilegal en el chalet para establecerse otros ‘vecinos’.
Fuentes municipales explicaban ayer que el okupa empadronado dijo a los agentes que había comprado muebles de segunda mano y que estaba llevándolos a su ‘casa’. La vivienda, muy destartalada tras desmantelarse el invernadero indoor de marihuana, requería de nuevos muebles para poderla habitar con mejores condiciones.
La explicación, sospechosa y poco creíble, era suficiente para evitar que la Policía Local o Mossos procediera a un desalojo argumentando que se perpetraba un robo con fuerza.
Así, que como medida de presión puso un cepo en uno de los coches de los nuevos okupas ya que carecía de seguro, documento que la titular dle vehículo se sacó provisionalmente por el móvil y logró que le quitaran el cepo de la rueda, no la multa, durante la misma mañana. A pesar de la presión policial, limitada por la ley, la patrulla no estuvo estática en la calle Lluís Companys por la imposibilidad de perder efectivos en otros servicios.
Y los okupas aprovecharon la marcha de vehículo patra llegar con una furgoneta y traer el resto del mobiliario. Se descargó y se entró por la puerta ante la mirada atónita del vecindario que no se atrevía a salir a la calle. Algunos de los testigos admitían tener miedo de lo que podía pasar con los nuevos ‘propietarios’.
Fuentes policiales explican que están muy pendientes de lo que ocurre en el número 14 de esta calle y que si se acredita que no ha sido una mudanza sino un cambio de okupación, se actuará ya que la ley lo permite.