«Esto no estará acabado el 31, lo veo complicado», dice Manel, que comenta las obras de la Rambla Jaume I de Cambrils con otro vecino que asegura estar «cansado» del ruido que soporta desde febrero. «Todos estamos de acuerdo que esta remodelación era necesaria, pero son muchos meses seguidos de polvo, con las máquinas funcionando desde primera hora de la mañana. Ya hay ganas de que acaben pero dudo que esté listo en una semana», apunta Sergi.
Esta misma sensación también la tienen los comerciantes, especialmente los que tienen sus negocios en el tramo inicial de la avenida. «Todavía falta esta acera y hay días festivos, no se cumplirá el plazo que dijeron en un principio. Las prisas no son buenas», expresa una empresaria mientras contempla cómo un grupo de operarios trabaja frente a su local.
Cuando el Ayuntamiento de Cambrils inició las obras de remodelación, se anunció una fecha que muchos tenían marcada en el calendario: 31 de diciembre. Según el equipo de gobierno, ese día la nueva Rambla ya estaría prácticamente lista, solo faltarían detalles como jardineras, bancos o papeleras pero aseguraban que los peatones ya podrían caminar por la vía. No obstante, las lluvias de las últimas semanas han retrasado esta fecha, pero solo por unos días como asegura al Diari el concejal de Urbanisme i Obra Pública, Enric Daza. «Dijimos esta fecha si no se encontraban imprevistos. Nuestra responsabilidad es acabar las obras lo más pronto posible. El objetivo es tener todo el entorno pavimentado a finales de esta semana, como muy tarde, antes de Reyes. Hemos tenido la mala suerte de las lluvias pero podemos decir que prácticamente cumpliremos el plazo. Las obras están muy cerca de finalizar», manifiesta.
El edil, que quiere enviar un «mensaje de calma» a los vecinos, afirma que esta semana ya se ha empezado a hormigonar la calzada. «Ha llovido justo cuando la empresa tenía previsto pavimentar la calzada y esto les ha retrasado una semana. Estamos tranquilos porque en unos días ya estará acabada. A mediados de enero esperamos tener todo el mobiliario colocado: las jardineras, las papeleras, las pilonas...También hemos empezado a plantar los árboles, que son mucho más altos. Cuando se haga el asfaltado central, la imagen ya será muy diferente», comunica.
Daza explica que en las últimas semanas la empresa GICSA ha reforzado su equipo para acabar la remodelación a tiempo. «Estoy muy contento con el ritmo de trabajo que ha llevado la obra y con la empresa. Era un proyecto muy complicado. Dijimos diez meses y medio de trabajos y queríamos que el impacto fuera el mínimo posible. Hemos atendido todas las peticiones de vecinos y comerciantes. La verdad es que tanto los políticos como la empresa estamos contentos porque hemos tomado decisiones para acabar la obra en tiempo récord», reconoce el concejal.
Asimismo, defiende que la señal que indicaba que los trabajos se estaban ejecutando según lo previsto fue cuando se abrió el tramo final de la Rambla, desde la calle Drassanes a la rotonda del Club Nàutic, para Sant Joan, como así habían prometido a comerciantes y vecinos. «Nos marcamos esta fecha y lo cumplimos. A partir de ahí, entramos en una fase mucho más amable que acabará pronto», asiente.
Restricciones de tráfico
Hace unos días, Daza y el concejal de Mobilitat, David Chatelain, comunicaron a los vecinos que por la nueva avenida no circularán autobuses ni camiones de más de 3.500kg. Además, se estudiará cómo implementar un horario restringido en momentos puntuales. «Habrá unas pilonas en la entrada y salida de la Rambla. Todos los parkings, comercios y vados tendrán la garantía de entrada. Queremos pacificar la zona, que la gente disfrute de la avenida», dice. El edil confirma que habrá dos carriles de circulación y se separarán de la acera con jardineras.