La nueva Rambla Jaume I de Cambrils dará prioridad a las personas y no tendrá plazas de aparcamiento. Aunque en un principio se barajó la posibilidad de que se mantuviera una de las filas de estacionamiento cuando la vía se abriera al tráfico, finalmente el gobierno del Ayuntamiento de Cambrils confirma que no se podrá aparcar a lo largo de la avenida, que prevé estar finalizada a finales de este año.
«Estamos hablando de unas 90 plazas perdidas que se han ganado y doblado en los diferentes aparcamientos disuasorios habilitados y el consistorio está trabajando en la solución definitiva para estas plazas gratuitas. La Rambla será un bulevar con plataforma única y lo que sí invitará es a cruzarla y pasearla, pero la circulación quedará un poco más restringida. El objetivo es pacificar por el bien de las personas, es hacia donde vamos porque en breve nos afectarán leyes como las de zonas de bajas emisiones que nos interpela directamente a tomar medidas», afirma el concejal de Urbanisme, Obra Pública i Activitats, Enric Daza.
Por el momento tampoco se sabe si se recuperarán las plazas que se tuvieron que sacrificar en las calles Cristòfor Colom, Pau Casals y Ramon Llull. Cabe recordar que el pasado febrero, con motivo del inicio de las obras, se eliminó una de las filas de estacionamiento de cada calle para que los camiones y autobuses pudieran pasar sin problemas. «Todavía no hemos decidido qué pasará con estas plazas», apunta el edil.
Respecto a estas vías, Daza explica que se podrían remodelar en un futuro próximo. «Son calles que se deben mejorar sustancialmente porque están muy castigadas. El asfalto y las aceras han sufrido un fuerte impacto por las obras y por el paso continuado de camiones y no cumplen la normativa de accesibilidad. También se debería mejorar el alumbrado y el arbolado», señala el concejal.
El gobierno también está estudiando qué pasará con las zonas azules que se activaron cuando empezaron los trabajos. Desde mediados de febrero funcionan las zonas del parking del Parc del Pescador y de las calles Galceran Marquet, Esteve Anguera, Hug de Montcada, Vinyols, Drassanes, Cristòfor Colom, Rambla del Regueral y avenida Manuel de Falla. Unos tramos que hasta el año pasado solo estaban operativos durante la temporada turística y que prevén funcionar hasta que finalicen las obras.
Nueva ordenanza
Otra novedad de la Rambla Jaume I es la ordenanza especial que el consistorio trabaja para regular su ocupación comercial. «En la plaza Aragó hay muchos locales. La ordenación no solo se refiere a establecimientos de restauración, también a los comercios. Puedo avanzar que estas ocupaciones irán separadas de las fachadas y habrá dos metros, como mínimo, para garantizar el paso de las personas por delante de estos locales», comunica Daza.
La normativa tendrá en cuenta a los peatones, en la línea del proyecto de remodelación. «El espacio debe tener las medidas adecuadas para que haya más o menos amplitud y siempre teniendo en cuenta el paso de las personas y los portales, que la gente pueda acceder y salir con comodidad», expone. Además de regularizar los metros cuadrados, la ordenanza detallará cómo deberá ser el mobiliario para que todos los establecimientos cumplan los mismos parámetros.
Sobre los trabajos, Daza se muestra optimista en poder disfrutar de la avenida para las fiestas navideñas. «Dentro de la previsión, nada hace pensar que no llegaremos a la fecha estimada. Nuestra responsabilidad es hacer cumplir el plan de ejecución del proyecto y por tanto tenemos que seguir apostando para que las obras se acaben lo más pronto posible. Cumpliendo el plazo sería el 31 de diciembre. Todo apunta que nos permitirá pasear por la Rambla en Navidad aunque falten aspectos como el mobiliario urbano», dice el edil, que confía en que las inclemencias del tiempo no afecten a la evolución de los trabajos en esta recta final.