La Direcció General de Polítiques de Muntanya i del Litoral, del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural (que tiene competencias medioambeintales transferidas por el Estado) ha emitido este mes de julio un informe desfavorable al proyecto de biotopos para el litoral de Roda de Berà. La iniciativa pública que contaba con capital privado todavía no está descartada, ya que la intención del consistorio es la de presentar alegaciones a las conclusiones con el fin de poder recuperar esta iniciativa medioambiental.
Roda de Berà ya hace años que tenía en mente poder regenerar su litoral. Su alcalde, Pere Virgili, vio con buenos ojos la iniciativa que se llevaba a cabo en las playas de Torredembarra y Altafulla. De los 135 que hay repartidos entre L’Ametlla de Mar y Calafell (en la última década), la gran mayoría han sido patrocinados por Repsol. Y precisamente Virgili intentó que la petroquímica ayudara económicamente a poner arrecifes artificiales en Roda de Berà al igual que había hecho en Cambrils, Salou, Torredembarra, Tarragona, Altafulla y L’Ametlla de Mar. «No fructificaron las negociaciones y buscamos otros inversores», explica el alcalde.
La familia Parera, propietaria del Camping Stel decidió apoyar el proyecto. Por una parte ayudaba a regenerar el lecho marino de Roda de Berà, enfrente de la playa Costa Daurada, y por otra abría el abanico de crear una escuela de buceo o una oferta turística vinculada al submarinismo que permitiera aprovechar los ecosistemas recuperados en estos biotopos artificiales (win-win).
Suelo arenoso
El proyecto de recuperación marina se encargó a la empresa Natura Arte Reef, con base en Torredembarra, y una de las firmas referentes en esta especialidad. La empresa que dirige Miquel Rota es la que ha construido y ha colocado la mayoría de los biotopos que ha financiado la fundació Repsol en la Costa Daurada.
El proyecto se redactó y se envió a la Direcció General de Polítiques de Muntanya i del Litoral. Desde el 28 de mayo, el informe estaba en manos de la Generalitat y a la espera de conocer las conclusiones y su autorización. El alcalde estaba esperanzado en poder activar cuanto antes este proyecto medioambiental este 2021 y poder ofrecer un nuevo atractivo turístico en la localidad.
No se esperaba que las conclusiones del pasado viernes día 23 fueran desfavorables. Los argumentos esgrimidos por la Generalitat hablan de la proximidad con una pradera de posidonia que se encuentra en la Masia Blanca, una reserva marina enfrente de la playa del Francàs (El Vendrell). Esta zona protegida se encuentra a 2,3 kilómetros de la zona donde se pretendían colocar los arrecifes artificiales y según la Direcció General de Polítiques de Muntanya i del Litoral una distancia insuficiente entre el ecosistema natural y el que se pretendía crear de forma artificial.
Otro de los argumentos esgrimidos por los técnicos autonómicos hablan de la tipología de suelo arenoso en el lugar donde se hubieran sumergido los biotopos artificiales. Un suelo a su entender inestable para que estas rocas construidas se asentaran y quedaran fijadas en este punto. Otra de las explicaciones es que se ha generado una eclosión de peticiones similares y desde la Direcció General de Polítiques de Muntanya i del Litoral se intenta ser prudente y evaluar las ventajas e inconvenientes de crear artificialmente un arrecife de rocas enfrente de las playas tarraconenses.
Con el informe desfavorable, el proyecto de Roda de Berà pende de un hilo. El Ayuntamiento tiene tres meses de margen para alegar este informe y poder recuperar el proyecto que tenía para la playa de la Costa Daurada.
Además de la ayuda económica que se comprometía el Camping Stel para financiar parte del proyecto, había una bolsa de más de 15.400 euros que se había ido acumulando en una campaña de crowdfunding.
La Pineda y su regeneración
El informe desfavorable para el proyecto de biotopos de Roda de Berà deberá tenerse en cuenta en Vila-seca, cuando se solicite para esta playa. En el caso Vila-seca, la propuesta fue sondeada y aprobada en un pleno de 2019 y el pasado año una delegación municipal se desplazó hasta Torredembarra para conocer de primera mano los biotopos que se colocarían en la playa
A diferencia de Roda de Berà, la colocación de los arrecifes de cemento natural era cuestión de semanas (se dijo en 2020), pero a fecha de hoy todavía está pendiente esta actuación. Quizá el proyecto de regeneración integran de la playa, con una desurbanización del paseo marítimo y un asentamiento del lecho hace que la idea aprobada en 2019 deba replantearse enfrente de la costa de Vila-seca.