Jordi Bosch siempre ha sido un bailón. A sus 92 años cuando suena la música se arranca. Agarra a su esposa Amparo Torres, también de 92 años, y como cuando se conocieron con sólo 16 años, paran el tiempo y se ríen de él. «Son muchos años juntos», se enorgullecen.
Amparo y Jordi han recibido una Alexa por iniciativa de L’Arc Serveis Assistencials para que les haga compañía, pero también para cubrir algunas necesidades que puedan tener.
La idea de dotar a abuelos de Alexas surgió de un concurso de ideas que impulsó L’Arc Serveis entre estudiantes de Trabajo Social de la Universitat Rovira i Virgili para que planteasen inciativas para ayudar a los abuelos en sus casas.
La gerente, Jerusalem Torra, explica que ese aparato «no sólo entretiene y hace compañía. También soluciona muchas situaciones en las que pueden encontrarse los abuelos. Especialmente si viven solos».
Ocho dispositivos
De momento ya han entregado ocho dispositivos a abuelos de El Vendrell, La Bisbal del Penedès, Roda de Berà, Altafulla y Tarragona. Las diferentes Alexas se han programado para las necesidades de cada caso.
Porque el aparato puede programarse. Hay Alexas con recordatorios memorizados para avisar de las horas de tomar las pastillas o de las visitas al médico. O del día de la chica que atiende en diferentes tareas a un usuario con una dependencia. A Amparo a las 18.00 Alexa le recuerda cada día que tiene que tomar el sintrom. Antes se le pasaba algo tan fundamental.
La soledad es muy cruel a edades avanzadas. Una mujer de 80 años que ha recibido una de las Alexas ha enviudado hace poco. Y el silencio en una casa es difícil. «Nos explica que el que Alexa le dé las buenas noches le supone una pequeña alegría».
Alexa puede darte las buenas noches, pero a Jordi y a Amparo quien también les saluda a través de la máquina es el mosén de El Vendrell Antonio Rodríguez el primer martes de cada mes. «Y ya charlamos un rato».
«Hay personas que carecen de un entorno familiar y este aparato les da un alivio. Porque puede prepararse para hablar entre quienes lo tengan. Esa relación no les hace sentirse solos», explica JerusalemTorra.
Música
Jordi y Amparo ya se han acostumbrado a su nueva compañera de piso. Le preguntan el tiempo e incluso le piden que cuente algún chistecito. Aunque recomiendan a quien los programe, «que los hagan un poco mejores. son un poco malos».
Jordi Bosch pide a Alexa temas de Michael Jackson. O de Miguel Ríos. «No me gusta la música que ponen a los que van al Imserso. Esa es para los muy mayores». Y agarra a Amparo a ritmo de Thriller.
La Ley de la dependencia da migajas además a muy pocas personas por lo que el uso de algunas tecnologías puede ser una ayuda para determinadas situaciones.
Jerusalen Torra de L’Arc Serveis Sanitaris, reclama que las administraciones «se pongan las pilas en la atención a los abuelos». La situación de pandemia ha provocado situaciones de mucha tensión, miedo y aislamiento. Muchas personas han perdido el contacto directo con el entorno de un casal o de un grupo.
Y es una situación que va ir a más. La esperanza de vida aumenta. No hay plazas de residencia y muchas personas no quieren ir a una. Cada vez va a haber más necesidad de ayuda a la dependencia. Si se potencia la estancia en el domicilio «hay que aportar elementos y soluciones para que los abuelos se sientan atendidos, seguros, con compañía. La gente mayor se siente muy sola».
Informe
En este sentido Torra explica que cuando acabe la prueba piloto con las Alexas entregadas a los abuelos se hará un informe detallado que se entregará a ayuntamientos y otras administraciones.
«A ver cómo responden y si toman alguna medida. Soluciones hay. Y recursos, si se quiere, también». Pero teme que todo quedará en una singular experiencia pese a mostrarse efectiva. «Si las ayudas a la dependencia no llegan los ayuntamientos deben coger el relevo».
De momento L’Arc Serveis ha impulsado la entrega de las Alexas. Porque el aparato puede programarse para atender diferentes circunstancias y necesidades.
«Por ejemplo que te pueda poner en contacto directo con la policía». O incluso se puede incorporar la farmacia y otros servicios.
L’Arc ha entregado Alexas con talleres de memoria. La máquina hace repetir una carencia de números o colores o pregunta sobre recuerdos y situaciones. «Una vez rompes la brecha digital con los abuelos ya todo funciona y Alexa hace un gran servicio. A las personas mayores les hace estar despiertos y sentirse atendidos».
Posibilidades
Algunas de los instalados recuerdan la lista de la compra que debe hacerse e incluso podría informar de las actividades diarias que se hagan en el casal más cercano al domicilio del usuario.
Más allá de las posibilidades de la máquina la situación revela la urgente necesidad de atender a una gran parte de la población y destinar recursos para la mejora de la calidad de vida.
«Estamos dejando muy solos a los abuelos». Como sociedad hay una gran deuda pendiente con ellos.