Una mezcla entre preocupación e incertidumbre es lo que están viviendo los diferentes actores turísticos de la Costa Daurada en las últimas horas al conocer que la Unión Europea (UE) abre hoy sus fronteras exteriores, cerradas desde mediados de marzo por la crisis de coronavirus, a catorce países considerados «seguros», entre los que no figura Rusia.
La importancia del mercado ruso queda patente en las cifras de 2018, cuando se consolidó como el cuarto en el ranking de pernoctaciones en la provincia de Tarragona (Costa Daurada y Terres de l’Ebre) sólo siendo superado por el turismo nacional, el francés y el inglés. En Salou, el turismo ruso creció en 2019 un 5,8% respecto al año anterior, pasando a convertirse en el tercero en cuanto a número de pernoctaciones en la capital de la Costa Daurada, con 896.000 y superando al francés y teniendo únicamente por delante al español y al británico (con 2.860.000 y 1.447.000 pernoctaciones, respectivamente).
Revisión quincenal
Lo adoptado ayer es solo una «recomendación» que anima a los Estados de la UE a levantar las restricciones. Los criterios para determinar los terceros países para los que las restricciones de viaje deben ser levantadas, entre los que se encuentra actualmente Rusia, tienen en cuenta la situación epidemiológica y las medidas de contención, incluida la distancia física y consideraciones económicas y sociales. Cada país deberá en particular contar con una situación «similar o menor» que los de la UE en cuanto a casos de la Covid-19 por cada 100.000 habitantes en los últimos quince días y una tendencia de infecciones estable o a la baja, también tomando en consideración las dos semanas previas.
Otro elemento a tener en cuenta será la reciprocidad en la apertura de las fronteras.
Bajo esas premisas, los alcaldes de Salou y Vila-seca prefieren mostrarse prudentes, a la espera de acontecimientos. Así, el vilasecano Pere Segura entiende que «la de ayer no es una buena noticia» pero confía en que «pueda darse la vuelta a la situación y espero que el sector turístico pueda recuperar un mercado tan importante para nosotros como el ruso».
Para el alcalde de Salou y presidente del Patronat Municipal de Turisme, Pere Granados, «aunque hoy estén cerradas las fronteras a los turistas rusos, estas acabarán abriendo y, por ello, no queremos perder el esfuerzo que hemos hecho durante años». Salou fue uno de los primeros municipios españoles en apostar por este cliente «seguimos manteniendo la confianza en este mercado, que no dejaremos de lado, y en el que continuaremos promocionándonos. Salou no quiere perder el liderazgo en este mercado, dada su importancia para nosotros». El alcalde salouense también explica que «recientemente, hemos presentado nuestro municipio y el nuevo plan estratégico de turismo de Salou en el mercado ruso, a través de una webinar, en la que hemos tenido muy buena respuesta y seguimos trabajando, en este sentido. Confiamos en que la situación mejorará en un mes».
Preocupación empresarial
Sin embargo, ese optimismo no parece reflejado en el sector empresarial. La prueba más evidente de ello es la voz de Xavier Guardià. Para el portavoz de la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT) «que las fronteras sigan cerradas para el turismo ruso es un duro golpe al sector turístico de la provincia. Hay que tener presente que recientemente el turismo ruso ha generado casi 1,3 millones de pernoctaciones. Por lo tanto, es uno de nuestros mercados importantes. La Costa Daurada fue pionera en ir a vender el destino a Rusia y cada año se dedican importantes esfuerzos de promoción. Es un mercado fidelizado y deseamos que tan pronto como se puedan abrir las fronteras vuelvan, aunque la operativa de reanudar los vuelos y la touroperación es más compleja y requiere tiempo de preparación».