Tras el caos en la Comisión de Hacienda, el Congreso de los Diputados aprobó finalmente el impuesto complementario mínimo global del 15% para grupos multinacionales y grupos nacionales de gran magnitud. Se trata de la transposición de una directiva europea que era obligado aprobar para poder recibir un nuevo desembolso de fondos europeos y que se enmarca en un movimiento internacional promovido en el seno de la OCDE para que todos los grandes grupos empresariales queden sometidos a reglas de tributación mínima.
La mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea y otros países como Reino Unido y Canadá han aprobado legislaciones de tributación mínima para multinacionales. Pero el resultado final mundial es incierto porque países como Estados Unidos o China aún no lo han hecho.
El Observatorio Fiscal de la Unión Europea ha calculado que se desplaza a paraísos fiscales alrededor del 35% de todos los beneficios de multinacionales logrados fuera de su país de sede. La pérdida de recaudación fiscal equivale a casi el 10% de la recaudación mundial por el impuesto sobre sociedades. Y las multinacionales estadounidenses son responsables del 40% del desplazamiento mundial de beneficios.
Trayendo al ámbito doméstico el problema de la tributación empresarial, la pregunta es ¿cuánto pagan las empresas en España por el impuesto sobre Sociedades? Una de las primeras observaciones es que las pequeñas y medianas empresas soportan un tipo efectivo sobre sus beneficios superior al de las grandes empresas. Según la última estadística de cuentas anuales consolidadas de la Agencia Tributaria (del ejercicio 2022), el tipo efectivo de las multinacionales y grupos empresariales es la mitad del que soportan las pymes en el impuesto sobre Sociedades: el 7,2% tienen los grupos frente al 18% que soportan las pymes. Los ajustes contables, las deducciones y las bonificaciones que se pueden aplicar explican este resultado que se aleja del tipo nominal del impuesto (25% el tipo general, 23% para las pymes y 15% para las empresas emergentes).
El tipo efectivo sobre los beneficios para el total de las empresas es del 12%, pero hay diferencias significativas en función del tamaño. Cuanto más grande, menor tipo pagan en el impuesto sobre Sociedades. Los grupos concentran el 52% de la facturación y el 55,4% de los beneficios pero solo aportan el 33,3% de la cuota liquida (el impuesto que se paga efectivamente). El menor tipo efectivo sobre beneficios de los grupos se registra en las entidades de crédito, con solo un 2,8%. En las actividades financieras y servicios a empresas el tipo efectivo, tanto en grupos como en no grupos, ronda el 8% en el impuesto sobre Sociedades.