Cuando uno recibe el bien, éste lo devolverá tarde o temprano. En este caso, ha sido un barrio entero, el de Bonavista, el que ha recibido el amor y alegría en forma de sorpresa este fin de semana. Ha sido de la mano de uno de sus antiguos vecinos, Óscar Cornejo, que tras marcharse a los dieciocho años, ha vuelto convertido en el productor ejecutivo de Sálvame. Que se dice pronto.
Su vuelta está completamente ligada a las fiestas, ya que ha sido el pregonero de este año. Sin embargo, su lectura del pregón no ha pasado desapercibida. Al contrario. Lejos de formalismos y aburridos discursos sobre buscar nuevas metas, sobreponerse a los problemas, y criticar alguna que otra mala gestión del consistorio, Cornejo preparó un par de sorpresas para el barrio en el que vivió su infancia y su adolescencia, y en el que todavía mantiene a la familia.
Belén Esteban, Lydia Lozano, Kiko Matamoros, Maria Teresa Campos, Mercedes Milà y otros protagonistas de Mediaset aparecieron en una gran pantalla para felicitar, personalmente, las fiestas a los vecinos de Tarragona. Las ovaciones y los «¡Oh!», no fueron pocos siendo casi cinco mil personas las que acudieron al encuentro. Realmente, nadie quedó indiferente a esta visita tan estelar, aunque por los rumores algunas personas esperaban que las estrellas de la quinta cadena acudieran físicamente.
No obstante, no fue este el único as que este tarraconense sacó de la manga. Con tal de que este verano la capital disfrutara de verdadera diversidad en su programa de fiestas, el productor regaló –pagando de su bolsillo– un concierto de Soraya Arnelas, aquella representante de Eurovisión que pasó a ser recordada con el apodo de ‘Poyeya’, por su mala vocalización.
Desde este fin de semana, los vecinos seguro que serán más fieles que nunca al programa, esperando que vuelva a salir su barrio en la pequeña pantalla. Con semejante apertura de fiestas, Cornejo ha demostrado que sí que sabe dar lo que a la gente le gusta, como no se esperaba menos del principal creador de programas de una cadena que es líder de audiencia. Tal vez el Ayuntamiento debería pedirle consejo para organizar fiestas. O, al menos, dejar que las organicen más allá de Sant Magí y Santa Tecla.
