La cueva de Vallmajor de Albinyana atesora unas pinturas rupestres datadas en la Edad del Bronce, con unos 3.000 años de antigüedad, además de ser asentamiento de una de las colonias de murciélagos más importantes de Catalunya.
Esas condiciones hacen que la cavidad sea desde 1998 Bien Cultural de Interés Nacional y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su interés arqueológico y que también esté protegida por su interés natural.
El Ayuntamiento ha logrado la propiedad de la finca de 11 hectáreas en el barranco de Marmellar, donde está la cueva, y que permiten que la titularidad sea pública para garantizar la conservación y crear un elemento dinamizador cultural y ambiental en el municipio.
Enmienda a los presupuestos
El consistorio supo del interés del propietario de la finca para la venta y se mostró dispuesto a la compra, por lo transmitió a Ferran Bel, representante del PDeCat en Parlamento, que presentó una enmienda a los presupuestos generales del Estado. Finalmente el Ministerio la aprobó con una subvención que ha permitido al Ayuntamiento la compra de la finca con zonas de bosque, cultivos y la cueva.
El alcalde de Albinyana, Quim Nin, explica que había varios particulares interesados en la compra de la finca, por lo que podría haberse perdido la oportunidad de una titularidad pública, a pesar de que en la zona no se puede edificar. «Con la adquisición pública se garantiza la conservación y que haya un proyecto de divulgación».
El objetivo es habilitar un centro de interpretación sobre la cueva, los murciélagos y sus pinturas. La finca ha costado 70.000 euros y la subvención es de 125.000 euros que permitirán también acondicionar la zona y crear ese centro de interpretación del valor natural e histórico de la cavidad como elemento de interés turístico.
Turismo natural
Al estar en un entorno natural se enmarca en iniciativas de turismo de la naturaleza y está por determinar si puede establecerse un régimen de visitas o realizar recorridos virtuales en el centro de interpretación tras una ruta por el entorno ya que se ha habilitado un sendero por espacios forestales.
La cueva de Vallmajor también destaca por la colonia de murciélagos que alberega. Más de la mitad de las especies que hay en Catalunya se han encontrado en la cavidad.
El murciélago es una especie protegida y uno de los insecticidas nmás efectivos ya que se alimenta de insectos. También es un polinizador como las abejas. En algunas zonas los agricultores son los interesados en recuperar la especie y crear refugios.
En Vallmajor han llegado a identificar diez de las 26 especies que hay en Catalunya. En el mundo hay 1.500 y en Europa 40.
La cueva es clave en el paso de zonas de cría a las de hibernación e incluso refugio durante el invierno. En 1934 se dió la primera de las tres únicas citaciones en Catalunya de una rara especie de murciélago. Estos animales acostumbran a tener un sólo ejemplar en cada parto, por lo que la alteración de su hábitat tiene un gran impacto.
La cueva de Vallmajor ya fue estudiada en los años 50. Con unos 400 metros de profundidad y un desnivel de 139 metros con un entramado de galerías, tiene tres salas que presentan estalactitas y estalagmitas, además de columnas formadas por la precipitación de minerales disueltos en las gotas de agua y el paso de los siglos. Fue un lugar de refugio para sus pobladores y se cree que pudo estar habitada hasta la época ibérica.
Las pinturas de la cueva son esquemáticas. Vallmajor es la la cavidad más al noreste de la península con este tipo de pinturas de las que los científicos no aciertan a explicar su significado. Hace años ya tuvo que cerrarse la entrada a la cavidad para evitar la incursión de espeleógos aficionados y de vándalos que había dañado la cueva y ponían riesgo las pinturas.
Se encontraron un centenar de pinturas esquemáticas y geométricas, con pocos elementos animales. La aparición de huesos y restos de barro cocido también permiten revelar que en algunos periódicos podría tratarse de una cueva funeraria.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ya declaró a las pinturas rupestres en general como patrimonio de la Humanidad.
FOTOS M. GUTIERREZ y PERE CANTONS (la de los espeleólogos en la cueva)
