El pasado sábado finalizaba el ultimátum que había dado el Ayuntamiento de Tarragona al Esplai la Grapadora para que abandonara el local municipal situado en el número 12 de la avenida D’Andorra. La entidad no tenía suscrito ningún contrato con el ente municipal. Y cuando el espacio salió a concurso, quedó en quita posición, sin poder optar a seguir.
El Esplai la Grapadora nació hace 15 años. Desde un principio tuvo su sede en el mencionado local, que inicialmente compartía con la Associació de Veïns Tàrraco y la Associació de Jubilats. Era una cesión ya que no había ningún contrato vinculante con el Ayuntamiento. Los problemas comenzaron cuando la entidad vecinal se disolvió a finales de 2017.
Desde la entidad juvenil pidieron al Ayuntamiento qué pasos podían hacer para seguir en el local, aportando numerosa documentación. Pero la respuesta no era la que esperaban. Desde la Plaça de la Font les dijeron que el local no estaba disponible.
Cambio de cerradura
Y llegó un cambio de la cerradura, recuerda al Diari la actual presidenta del esplai, Ainhoa Mallafré. «Dijimos al Ayuntamiento que nosotros continuaríamos haciendo uso del local, por lo que nos dieron una llave». Pero nunca se llegó a regularizar la situación. Por aquel entonces, la entidad tenía medio centenar de niños y adolescentes así como 13 monitores voluntarios.
El año pasado, el Ayuntamiento sacó a concurso tres locales: uno en Sant Pere i Sant Pau, otro en Sant Salvador y este de la avenida D’Andorra. Inicialmente, el Esplai la Grapadora quedó en la posición número 13, aunque una reclamación posterior les hizo ganar puestos hasta quedar quinta. Pero, a efectos prácticos, no les ha servido de nada. Según el Consistorio, en el local solo hay espacio para cuatro entidades, una afirmación que desde la entidad juvenil rechazan.
Mallafré asegura que intentaron hablar con el Ayuntamiento para regularizar la situación. Han mantenido dos o tres entrevistas con el concejal Nacho García así como con técnicos para buscar alguna solución.
El pasado martes, el esplai recibió una notificación del Ayuntamiento. Le daba hasta el pasado sábado para vaciar el local. «Es inviable porque la mayoría de monitores están trabajando o se encuentran fuera. Hemos avisado al Ayuntamiento y le hemos pedido más tiempo. No hemos obtenido respuesta», asegura la directora.
Afrontar el futuro
Las familias de los niños se están organizando para poder sacar el material, que inicialmente iría repartido entre diferentes casas particulares, Una solución provisional para salir de la situación actual. A la vez, están buscando otras opciones. Lo ideal sería que en un mismo espacio poder guardar el material y realizar las actividades con los niños cuando llueva o haga frío, por lo que tendría que ser un local donde cupieran unas 65 personas.
Ainhoa Mallafré reconoce que si alguien les deja un local o un trastero para guardar sus enseres sería bienvenido. «Sería factible aunque incómodo», señala la directora. Ahora tienen unas semanas de margen para buscar una solución. De momento, unos 60 niños están de colonias. Cuando vuelvan ya no habrá más actividades hasta el inicio del curso, si encuentran una solución. Sí que durante este periodo veraniego piensan colaborar de nuevo con la IMAGInada, que se celebra durante las Festes de Sant Magí.
Por su parte, el Ayuntamiento ha declinado pronunciarse sobre esta polémica.
El pasado sábado finalizaba el ultimátum que había dado el Ayuntamiento de Tarragona al Esplai la Grapadora para que abandonara el local municipal situado en el número 12 de la avenida D’Andorra. La entidad no tenía suscrito ningún contrato con el ente municipal. Y cuando el espacio salió a concurso, quedó en quita posición, sin poder optar a seguir.
El Esplai la Grapadora nació hace 15 años. Desde un principio tuvo su sede en el mencionado local, que inicialmente compartía con la Associació de Veïns Tàrraco y la Associació de Jubilats. Era una cesión ya que no había ningún contrato vinculante con el Ayuntamiento. Los problemas comenzaron cuando la entidad vecinal se disolvió a finales de 2017.
Desde la entidad juvenil pidieron al Ayuntamiento qué pasos podían hacer para seguir en el local, aportando numerosa documentación. Pero la respuesta no era la que esperaban. Desde la Plaça de la Font les dijeron que el local no estaba disponible.
Cambio de cerradura
Y llegó un cambio de la cerradura, recuerda al Diari la actual presidenta del esplai, Ainhoa Mallafré. «Dijimos al Ayuntamiento que nosotros continuaríamos haciendo uso del local, por lo que nos dieron una llave». Pero nunca se llegó a regularizar la situación. Por aquel entonces, la entidad tenía medio centenar de niños y adolescentes así como 13 monitores voluntarios.
El año pasado, el Ayuntamiento sacó a concurso tres locales: uno en Sant Pere i Sant Pau, otro en Sant Salvador y este de la avenida D’Andorra. Inicialmente, el Esplai la Grapadora quedó en la posición número 15, aunque una reclamación posterior les hizo ganar puestos hasta quedar quinta. Pero, a efectos prácticos, no les ha servido de nada. Según el Consistorio, en el local solo hay espacio para cuatro entidades, una afirmación que desde la entidad juvenil rechazan.
Mallafré asegura que intentaron hablar con el Ayuntamiento para regularizar la situación. Han mantenido dos o tres entrevistas con el concejal Nacho García así como con técnicos para buscar alguna solución.
El pasado martes, el esplai recibió una notificación del Ayuntamiento. Le daba hasta el pasado sábado para vaciar el local. «Es inviable porque la mayoría de monitores están trabajando o se encuentran fuera. Hemos avisado al Ayuntamiento y le hemos pedido más tiempo. No hemos obtenido respuesta», asegura la directora.
Las familias de los niños se están organizando para poder sacar el material, que inicialmente iría repartido entre diferentes casas particulares, Una solución provisional para salir de la situación actual. A la vez, están buscando otras opciones. Lo ideal sería que en un mismo espacio poder guardar el material y realizar las actividades con los niños cuando llueva o haga frío, por lo que tendría que ser un local donde cupieran unas 65 personas.
Ainhoa Mallafré reconoce que si alguien les deja un local o un trastero para guardar sus enseres sería bienvenido. «Sería factible aunque incómodo», señala la directora. Ahora tienen unas semanas de margen para buscar una solución. De momento, unos 60 niños están de colonias. Cuando vuelvan ya no habrá más actividades hasta el inicio del curso, si encuentran una solución. Sí que durante este periodo veraniego piensan colaborar de nuevo con la IMAGInada, que se celebra durante las Festes de Sant Magí.
Por su parte, el Ayuntamiento ha declinado pronunciarse sobre esta polémica.