¿Qué hacían esta mañana de sábado en Torreforta un inspector, un bohemio, un aviador, un maquinista o un destripador? Sencillamente, estaban animando con su música, un poco descarada, a las personas y paradistas que, desafiando a la amenaza de lluvia, estaban en el mercadillo semanal.
Durante casi una hora, las notas de este grupo de Murcia han sonado por todas las calles donde había paradas, ante la incredulidad de muchos de los compradores que han hecho un alto para escuchar este conjunto de nueve artistas –aunque en Tarragona falta uno, que no ha podido venir– que forman la Steam Brass Band.
Esta formación es la primera vez que participa en la Dixieland y se han mostrado encantados de poderlo hacer. Y es que desde el jueves y hasta este sábado han hecho diversas actuaciones a pie de calle. Hoy tocaba el mercado ambulante de Torreforta.
Entre paradas
En medio de paradas de ropa, de fruta y verdura, de aceitunas, de bacalao y de chuches, se han abierto paso para ir pregonando su música y animando la mañana. Tanto compradores como paradistas se han animado y han dejado por unos momentos su quehacer para escuchar el sonido o para registrar las actuaciones con sus móviles. Algunos incluso se han atrevido a mover las piernas a ritmo de solfa.
Una música de mezcla de pop, funk, rock y electrónica elevado al formado de la Brass Band ha recorrido todas las calles donde había paradas, haciendo un alto en aquellos lugares donde había más espacio. Uno de ellos ha sido justo a la entrada al Mercado Municipal, donde un partido de extrema derecha estaba montando su tenderete electoral.
La Steam Brass Band comenzó su formación hace unos cinco años y su debut fue en Granada el 26 de marzo de 2022. Lumpen –el personaje de Mario, que representa a un limpiabotas que de noche es un peligro y que malvive en los antros de arrrabal– explicaba al Diari que actúan tanto en locales como en la calle, pero que nunca hasta ahora lo habían hecho en medio de un mercadillo, aunque sí en plazas. Recordaba que esta música había nacido en las calles, en las de Nueva Orleans, aunque ellos ponen un toque retrofuturista inspirado en la época victoriana.
«Sorprendido»
Mario valoraba muy positivamente esta experiencia del mercadillo «porque podemos llegar a gente que no escucha a este tipo de formaciones». Sobre el paso de la formación por la Dixieland, aseguraba que «nos ha sorprendido como la gente nos iba siguiendo por la calle y teníamos un público fijo». También destacaba la atención recibida por parte de la organización.
Con dos trompetas, un trombón, un sousafón (o tuba), un barítono, un tenor y dos percusionistas han sido llevando el ritmo por el mercadillo mientras agradecían con un «muchas gracias, familia» los aplausos recibidos. Y es que, tal como resaltan, su misión principal es «hacerte saltar, cantar y bailar a través de un viaje por el espacio-tiempo; porque la música nos une a todos, aunque seamos de épocas distintas».
La actuación ha terminado en un extremo, delante de una parada de churros. Allí, Lumpen apuntaba la calidad de las otras bandas que participan en el Festival Dixieland. Y destacaba la Gata Brass Band: «La vimos la otra noche y nos encantó».