Un 60% de las comadronas formadas enTarragona en los tres últimos años se han ido a trabajar fuera de la provincia, según ha informado el Col·legi Oficial d’Infermeres de Tarragona (CODITA).
De las veinte comadronas formadas en Tarragona, solo ocho se han quedado a trabajar en la provincia y, además, en los próximos cuatro años se jubilarán 17 (el 17,34% de las colegiadas) y las plazas no se cubrirán, según CODITA.
A nivel de toda Catalunya, de las 67 enfermeras que se han especializado como comadronas, solo 22 trabajan en la comunidad autónoma.
La vocal de comadronas de CODITA, Gemma Martínez, ha señalado que el Ministerio de Sanidad «no ofrece las plazas necesarias», sino que estas son cada vez menos: «El 2011 fueron 458 y el 2022 han estado 420.»
Todo esto supone que no haya bastante comadronas y, de hecho, la ratio de comadronas por cada mil habitantes prevista para 2022 en los países de la OCDE es de 0,32 comadronas, mientras que en España la prevista será de casi la mitad, 0,18, aunque la real podría ser todavía menor.
«Pocas enfermeras catalanas deciden hacer la especialidad», señala Martínez, por «la falta al mercado laboral de enfermeras, el sueldo mileurista o la falta de complemento de especialidad».
Las comadronas, aparte de la maternidad, también asisten a los adolescentes, realizan revisiones ginecológicas, ofrecen asesoramiento anticonceptivo, atención a las infecciones de transmisión sexual y formación sobre salud sexual, entre otros. A pesar de que también pueden prescribir, Martínez critica que «el ministerio todavía no ha definido» los medicamentos que pueden recetar.