Ha llegado el gran momento. El jueves empiezan las obras del edificio principal del nuevo Hospital Joan XXIII de Tarragona. Se trata de la segunda fase de los trabajos y el tiempo de ejecución es de 40 meses. El presupuesto asciende a casi 215 millones de euros y el proyecto contempla tanto la arquitectura del edificio como sus instalaciones, además de la urbanización del entorno. Si todo va sobre lo previsto, el calendario marca que el nuevo complejo hospitalario estará listo durante el segundo trimestre del año 2028.
La empresa encargada de llevar a cabo las obras será Sacyr, en consorcio con Comsa y Vopi-4, quien ha ganado los dos contratos para renovar el Hospital Joan XXIII.
Lo primero que se hará en esta segunda fase es la excavación, el movimiento de tierras y la comprobación del estado de las cavidades del espacio, que va desde el parking de los trabajadores hasta el edificio D –el de ladrillos, para que nos entendamos– Durante este primer año, se llevarán a cabo los trabajos de cimentación y la construcción de los muros de contención, que serán la base para levantar el nuevo edificio principal. Paralelamente, y a partir del segundo trimestre de este año, empezarán las obras en el vial técnico para construir la nueva central de energías y el centro del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM). Fuentes del hospital aseguran que esta primera fase es la que menos se ve, pero en cambio, es la más importante para que el nuevo equipamiento funcione correctamente.
El edificio CORE –así se llamará– contará con 76.000 metros cuadrados de superficie, donde se ubicarán los servicios asistenciales y de hospitalización. El edificio se articulará a través de un hall lineal donde confluirán los accesos. Al este habrá los servicios ambulatorios, y al oeste se concentrará la actividad de alta tecnología. El edificio principal contará con una planta baja, nueve plantas más por encima y dos de soterradas.
Según el proyecto, el equipamiento contará con un área de hospitalización para 252 pacientes, un bloque quirúrgico de 14 quirófanos, además de un hospital de día con 58 puntos de atención. También habrá 20 salas de radiodiagnóstico, así como gabinetes, admisiones, almacenes, mortuorio y despachos médicos.
Los trabajadores, sin parking
Las obras también implicarán algunas afectaciones inmediatas. A partir de este mes de enero, el parking de trabajadores cerrará, dejando a casi 300 trabajadores sin aparcamiento. Además, se producirá un corte del vial de peatones que conecta la calle Guillem Oliver con el servicio de Urgencias. Por lo tanto, el acceso a pie a las Urgencias se podrá hacer desde la calle del Doctor Mallafré, o bien por el actual acceso de vehículos desde Guillem Oliver, que también tiene paso de peatones.
«Las medidas se han planificado para garantizar la seguridad durante el desarrollo de las obras y minimizar las molestias a los usuarios y a los profesionales del centro», explican fuentes del Departament de Salut.
Por su lado, los trabajadores denuncian quedarse sin aparcamiento, ya que aseguran que llevan muchos meses alertando de este problema. Además, insisten, el entorno del hospital es de pago y apenas quedan plazas libres. Por su parte, desde la Generalitat se comprometieron en buscar una solución. Hace unos días, Salut aseguraba que se está trabajando para resolver el problema.
