El Ayuntamiento de Tarragona no se quedará con los brazos cruzados con la reclamación de Altafulla para incorporar a su término municipal 70 hectáreas de terreno del Pla del Vinyet que ahora son de la capital de la provincia.
Recientemente, el consistorio del Baix Gaià presentó la demanda ante la Generalitat de Catalunya, con el objetivo de que sea el río el que determine la frontera entre los dos municipios. Se da la circunstancia de que ahora la parte del bufet, la gasolinera y la estación de trenes de Altafulla están sobre terrenos propiedad de Tarragona, que por esto puede hacer llegar sus buses municipales hasta la entrada a la localidad.
Plazo hasta el 10 de junio
Durante los últimos meses estaba prevista la reunión entre los dos ayuntamientos. Pese a ello, el coalcalde de Altafulla ha lamentado que «nos han desconvocado en dos ocasiones», por lo que se optó por la vía administrativa con el Govern, sin abordar el tema con Tarragona, que después también ha cerrado la puerta a cualquier negociación. De hecho, hace meses el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, calificó el paso de Altafulla como de «ocurrencia».
Tarragona tiene de margen hasta el 10 de junio para presentar alegaciones, un paso que dará en los próximos días, presentando mañana sus motivos ante la prensa según confirman fuentes municipales.