«Tengo 50 años (edad ficticia), estoy en el paro y no tengo para darle de comer a mis hijos». Ese mensaje rezaba ayer en un cartón en el centro de Tarragona. Un hombre pedía ayuda en la calle. Una situación dramática y desesperada. El caso es extremo, pero su perfil refleja de manera parcial una tendencia que se aprecia en el ámbito laboral de la demarcación.
Seis de cada diez parados en Tarragona son mayores de 45 años. La estadística es brutal y tan cruda como cierta. Hagan números porque las matemáticas no fallan. De los 39.142 parados que se registraron en la provincia en el mes de mayo, 23.405 correspondían a personas que superaban esta franja de edad. En otras palabras, el 59’8% de los parados entraban dentro de este grupo. Si se concretan más estos datos, 13.804 mujeres en el paro eran mayores de 45 años, mientras que en hombres la cifra se reducía a 9.601.
¿Qué supone esto? Lo que dibujan estas estadísticas es que hay un foco de la población a la que hay que tener en consideración. «La gente que está en paro a largo plazo se mantiene y corresponde sobre todo a las personas mayores de 45 años porque no los formamos para el futuro y es un problema al que no le estamos dando solución». La reflexión de Mercé Puig, secretaria general de CCOO no puede ser más acertada. El diagnóstico es perfecto. Hay trabajo por delante, valga la redundancia, y eso conviene resaltarlo.
Joan Llort, secretario general de UGT, también avala esta reflexión: «Los datos son buenos, pero hay que pensar en estas personas. La mejor manera de hacerlo es orientarlas hacia esos sectores en los que hay más demanda como la hostelería, la construcción, el transporte, la sanidad, los servicios...».
Dos voces autorizadas que sacan a la palestra la parte más negativa de unos resultados que en el resto de grupos de edad poco tienen que ver. Por ello Tarragona está en un estado de salud bastante bueno a nivel laboral. Los datos ofrecidos por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones el pasado 2 de junio lo confirman.
En Tarragona ha bajado el paro en el mes de mayo en una cifra exacta de 567 personas (0,79%) en comparación con abril. El descenso es suave pero perceptible, pero todo cambia si echamos la vista atrás a mayo de 2022.
Si se compara desde este punto de vista, el incremento de personas activas es muchísimo más impactante, disparando el descenso hasta las 11.924 personas. Y si ya se compara con mayo del 2021, la bajada es bestial: 18,481 personas menos.
De hecho, se están en unas cifras de parados tan bajas que hay que remontarse muy atrás. En concreto, hay que ir hasta el segundo trimestre de 2008 en el que la media de parados era de 39.100 en Tarragona.
La tasa juvenil, muy baja
Si el análisis y las conclusiones con las personas de mayores de 45 años dejan respuestas negativas, sucede todo lo contrario con la conocida como tasa de paro juvenil. Ahí son tiempos de sonrisas. Solo 1.259 chicos y 1.152 chicas se encuentran en el paro en estos momentos. Sucede igual con la franja de 25 a 29 años, en el que hay 1.152 hombres parados y 1.480 mujeres paradas. «He estado más de medio año parado. Trabajaba realizando tareas de comunicación y decidieron no renovarme el contrato de seis meses que firmé. Ahora he encontrado trabajo en Barcelona en una empresa en la que realizaré más funciones de gestión de cliente. Estaba algo quemado ya del tema de comunicación». Son las palabras de Pablo, un vecino cambrilense de 28 años que pertenece a una de esas 567 personas de la provincia que han abandonado el paro durante el pasado mes de mayo y han adelgazado todavía más este cupo.
Estos datos positivos a nivel general no solo se dan a nivel provincial, a nivel estatal solo hacen que reafirmarse. Tanto, que incluso se pueden considerar como históricos. En España, el empleo volvió a avanzar en mayo con 200.411 afiliados más a la Seguridad Social en términos medios, lo que eleva por primera vez el total de ocupados por encima de los 20,8 millones, mientras que el paro bajó en 49.260 personas hasta los 2,7 millones, la menor cifra desde 2008.
Estas cifras vienen claramente marcadas por una Semana Santa que ha despertado al sector servicios, tal y como apunta Puig: «Nosotros en Tarragona a partir de Semana Santa siempre tenemos el paro en positivo porque se activa el sector del turismo y eso hace que funcione todo bien. Esta vez hay una aspecto que sí que es diferente y es el paro en el sector de la agricultura que se ha reducido muchísimo y eso hace mucho tiempo que no pasaba porque hablamos de un sector que suele tener muchos casos de precariedad».
Este repunte del sector servicios y del empleo en general no tendrá tregua de momento porque ahora llega el verano, otra época rica a la hora de generar trabajo. Un estudio publicado por la empresa de recursos humanos Ranstad asegura que a campaña estival, que comienza a mediados de junio, generará algo más de medio millón de contratos (507.090), un 2,3% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se rubricaron 495.694.
La mayoría de esos nuevos empleos se ofertarán en el sector hotelero (el 37,4%) y en el logístico (28,9%). Les siguen el comercio (15,6%), los restaurantes (14,9%) y el ocio y entretenimiento (3,3%). Andalucía (con 102.910 contrataciones), Catalunya (74.260) y Valencia (57.750) son las comunidades donde se incorporarán más trabajadores, al igual que sucedió en verano de 2022.
No obstante, el reto que hay por delante es conseguir estabilizar estos buenos resultados una vez pase el verano y así lo recalca Llort: ««Pienso que tenemos que ser cautos porque cuando termina la temporada de verano se frena mucho este crecimiento. Por eso tenemos que mejorar los niveles de paro y una manera de hacerlo es creciendo en la industria. Lo tenemos todo para este sector y solo nos falta que administración y todos apuesten para que vengue más industria a Tarragona. Llegan pequeñas empresas, pero no grandes empresas para hacer una apuesta firme».