Después de un primer fin de semana de fiestas muy intenso, muchos tarraconenses se han dado de bruces con la rutina de nuevo este lunes. No es este el caso de los miembros más pequeños del Seguici Popular, quienes han sido protagonistas de La Baixadeta, el primer gran evento infantil de las fiestas populares.
Hacia las seis de la tarde, media hora antes del acto en sí, las escaleras frente a la Catedral de Tarragona estaban completamente llenas para poder ver desde primera línea La Baixadeta. Los que han llegado más tarde, han tenido que conformarse con disponerse en la plaza de les Cols o incluso en las calles cercanas, ya que la vocación por el Bestiari de la ciudad no ha dejado apenas un sitio libre.
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Frente a la catedral, poco a poco se han ido colocando los diferentes elementos que participaban. Los niños y niñas que estaban en el Pla de la Seu, se entretenían tocando los instrumentos de las charangas o curioseando con La Mulasseta y el Lleonet. Todos ellos esperaban a la principal protagonista, el Aligueta, que ha sido quien más se ha demorado.
En llegar, ha asomado su pico a lo alto de las escaleras y ha hecho saltar la euforia, primero bajando a ritmo de Paquito el Chocolatero y después con el clásico Amparito Roca que ha hecho gritar al público. Detrás de ella ha bajado La Mulasseta, con una decoración que rinde culto a «Tarragona, Patrimoni Mundial de la Mer**», decorada con cucarachas, latas o bolsas de basura. El último elemento en bajar las escaleras ha sido El Lleonet, qué lucía orgulloso una corona y una banda para celebrar su cumpleaños.
La cercavila se ha cerrado con el Mico de La Canonja, habitual acompañante de este acto, quien «recaudaba fondos para comprar Port Aventura», según rezaba un cartel en su pecho. Un año más, el Seguici Petit ha demostrado su grandeza, calentando motores para la cercavila de el martes.