«No tenía sentido ir a comprar sin mascarilla y tener que llevarla para entrar a la óptica»

Igual que en el transporte público, la mascarilla se despidió ayer de ópticas, ortopedias y centros auditivos. Los lugares donde la mayoría de la ciudadanía no recordaba que la tenía que utilizar. Ciertamente, ayer fue un día como otro cualquiera en dichos establecimientos, con la única diferencia de que a las personas que accedían sin mascarilla ya no se les tenía que llamar la atención.

«La verdad es que la gente ya viene sin desde hace tiempo, más del 50%, diría; se olvidaban y se lo teníamos que recordar», explica Juli Fernàndez, director de Óptica&Audiología Universitaria Tarragona. «En este primer día, una de cada cuatro personas, más o menos, sí que la llevaban, pero hay muchas personas que entran con, ven que la gente no la lleva y, acto seguido, proceden a quitársela», añade. Se da el caso de que, al lado de la óptica, hay un bar: «La gente estaba en el bar comiendo sin mascarilla y se la tenían que poner para entrar aquí, era un sinsentido», observa Fernàndez. Sin embargo, sí que «es un poco chocante», según comenta, «que también la hayan quitado de dentro del gabinete, cuando entras a graduarte hay bastante proximidad».

En la misma línea, África y Javier, trabajadores de la óptica, apuntan que «hasta ahora, muchísima gente ya venía sin mascarilla, pero también hay clientes que ya se habían acostumbrado a llevarla y, cuando se han dado cuenta de que ya no era obligatoria, se han sorprendido».

Afirman que, como trabajadores, han pasado «algo de vergüenza, es como que te sientes más vulnerable», tras meses utilizando el cubrebocas, pero coinciden en que «no se entendía que te la tuvieras que poner aquí y en un supermercado no».

Ortopedias y centros auditivos

Si muchos no recordaban que, hasta antes de ayer, la mascarilla era obligatoria en las ópticas, aún menos tenían presente que las ortopedias y los centros auditivos también formaban parte de esta selecta lista. Esther, de Ortopedia Rambla, expone que, en su caso, se ha dado un fenómeno curioso: «Hace meses que tenemos que decirle a la gente que se la ponga, pero hoy, sin embargo, todo el mundo venía con ella puesta». Especifica que, de momento, las mamparas protectoras se mantendrán. «Estábamos un poquito cansados de la mascarilla, llevábamos mucho tiempo, pero como hasta ahora era obligatorio, la llevábamos sin problema».

Soraya, de Ortopedia Ceorma, explica que «normalmente, a las personas que venían sin, se les tenía que dar una porque no traían ninguna consigo, hace más de un mes que casi nadie lleva». «En las farmacias, es normal que sea obligatorio, pero, en las ortopedias, cuando alguien está malo, cancela la visita», opina.

Por otra parte, Carla, de Centro Auditivo Audika, comenta que «hay de todo, normalmente, la gente mayor llevaba, pero en el centro siempre hay una caja por si alguien se olvidaba de traerla, hoy ya han venido sin». Desde el Centre Auditiu Aural de Tarragona, Inma apunta que, en ocasiones puntuales, se continuará poniendo el cubrebocas: «Cada vez que entre alguien que lo lleve puesto, yo también me lo pondré, especialmente si se trata de gente mayor».

Los clientes, de acuerdo

Pese a que hay excepciones, la mayoría de los ciudadanos se han mostrado conformes con la decisión de eliminar la mascarilla de estos establecimientos. No obstante, aún hay algunas personas que la portan, por un motivo u otro.

«Estoy bastante resfriada, por lo tanto, decido llevarla por prevención, para así no contagiar a nadie», relata Mari Carmen, vecina de la ciudad de Tarragona. «Por la calle ya no me la ponía, pero tenía la costumbre de llevar alguna siempre encima», añade. El caso de Maribel es parecido al de Mari Carmen: «Llevo días resfriada, pero además estoy dentro del grupo de riesgo porque soy diabética, intento ponérmela cuando hay mucha aglomeración de gente, en los mercadillos, por ejemplo». Manifiesta que la decisión no le parece muy adecuada, ya que «la gente es muy irresponsable, en invierno hay mucho resfriado, mucha gripe, y todo el mundo pasa olímpicamente», expresa.

«Personalmente, solo la llevaré en los sitios en los que sea obligatoria, no era algo que me preocupara, pero sí que era molesto porque para comprar no me la pedían, por ejemplo, y para entrar en la óptica sí, no lo entendía mucho», comenta Jordi. Añade que «era un dolor de cabeza, pero está bien que la mantengan en centros sanitarios y farmacias».

No todo el mundo era conocedor de que, desde ayer, la mascarilla daba un paso más hacia su total desaparición. Un ejemplo es el de Montserrat y Xavier. Ambos entraron a la óptica con el cubrebocas, tal y como venían haciendo habitualmente hasta ahora: «Sí que sabíamos que dejaba de ser obligatoria en el transporte público, pero como se mantiene en algunos sitios, pensábamos que en las ópticas aún se tendría que llevar», afirman.

Después de tantos meses, se reduce así el ámbito en el que la mascarilla ha sido una compañera más de viaje. No obstante, aún la continuaremos viendo de manera habitual.