El frío ha llegado de golpe y ha desempolvado nuestros radiadores, calefacciones, estufas, chimeneas y braseros, unos productores de calor que se presentan como los principales causantes de los incendios en las viviendas.
Según el Estudio de Víctimas de Incendios y Explosiones en España, elaborado por Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), el año pasado hubo en España 152 fallecidos en incendios (dos en la provincia de Tarragona), récord de mortalidad desde 2010. Un dato relevante de la importancia que tiene extremar la precaución en invierno es que el 64% de las víctimas mortales en estos incendios se producen en los meses de más frío (de enero a marzo y de octubre).
Además, la llegada de frío este 2022 hace presagiar que el presente año volverá a registrar unas cifras provisionales muy por encima de la media de los años 2010-2020, pues en enero y febrero se produjeron 46 víctimas mortales en el hogar, frente a las 38 del mismo periodo de este trágico 2021 (más de un 20% de incremento).
Desde la Fundación Mapfre resaltan que estas cifras ponen de manifiesto que el número de fallecidos en estos meses deja claro todos los años que la mortalidad por incendios está directamente relacionada con las bajas temperaturas y el uso de sistemas de calefacción. Aunque también es cierto que en los últimos años se observa un pico en los meses cálidos de junio o julio que podría asociarse al uso de aires acondicionados y la mayor demanda de electricidad en dichos meses (posibles sobrecargas de las instalaciones eléctricas).
Fallecidos en incendios en vivienda en España (2010-2021)
En 2021, los incendios y explosiones en viviendas se originaron, principalmente, por dispositivos productores de calor (39,7%), que provocaron 31 víctimas mortales, tales como radiadores, estufas y braseros, entre otros. La segunda causa de muerte fue la eléctrica, principalmente debido al uso inadecuado de enchufes, regletas y baterías, entre otros, que se cobraron la vida de 13 personas. Fuegos y explosiones, relacionados con fugas de gas y el tabaco, como origen del fuego, se cobraron 12 víctimas por cada una de estas causas.
Otro dato destacado de este estudio, y que revela la vulnerabilidad de las personas mayores, es que más de la mitad de las 152 muertes en incendios en vivienda el año pasado en España (80) fueron de mayores de 65 años, multiplicándose por cinco el riesgo de morir en un fuego en casa si la persona vivía sola.
Pobreza energética
La pobreza energética se presenta cada año como un hándicap para aquellas personas que tienen serias dificultades para pagar cada mes su factura de la luz. En algunos casos más extremos, hay hogares que echan mano de las velas para poder alumbrarse, con el consecuente peligro de que pueda producirse un incendio.
De hecho, entre las pautas sencillas que ofrecen la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos para prevenir un incendio está la de no desatender velas, sartenes o planchas.
El 39% de los fuegos fueron por productores de calor como radiadores o estufas
También se aconseja no sobrecargar las instalaciones eléctricas, y en concreto los enchufes; nunca dejar la chimenea ni estufas de combustión encendidas por la noche o sin apagarlas completamente, incluidas las brasas; evitar el uso de braseros y aparatos similares que sean antiguos o que no estén homologados; y no utilizar combustibles o acelerantes para avivar el fuego.
También aconsejan tener cuidado con el uso de ciertos aparatos eléctricos, como por ejemplo un radiador o un calefactor, que nunca debe cubrirse o acercarse a ropas o cortinas, y que un electricista autorizado compruebe que las instalaciones eléctricas no estén obsoletas para la carga eléctrica que actualmente exigen ciertos electrodomésticos, como las placas de vitrocerámica o de inducción, las secadoras de ropa o los sistemas de aire acondicionado.
Además, todas las instalaciones eléctricas deben contar con elementos de protección, tanto para las personas (interruptor diferencial) como para los circuitos (pequeños interruptores automáticos), y siempre sin olvidar la necesaria toma de tierra. En este sentido, es recomendable que las instalaciones de las viviendas de más de 30 años sean revisadas por profesionales autorizados, especialmente en cuanto a la posible existencia de elementos como el empalme de los cables y los enchufes.
Catalunya, entre las primeras
El año pasado, Catalunya fue la segunda comunidad autónoma con más fallecidos en incendios en vivienda, con 31 víctimas, dos de ellas en la provincia de Tarragona. En primera posición, con 41 muertos, estuvo Andalucía.
El incremento de fallecidos por incendio en 2021 hizo que España perdiera algunos puestos en el ranking mundial, pero aun así sigue manteniéndose entre los países de Europa con menores tasas poblacionales, con 3,6 muertes al año por cada millón de habitantes.
