Los refugiados en TGN ya tienen un lugar para poder acudir

El Ayuntamiento, con entidades y sindicatos, crea un punto de información para demandantes de asilo. Han atendido a 72 ucranianos en menos de dos semanas

06 abril 2022 17:40 | Actualizado a 07 abril 2022 05:16
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Andrei vive «desde hace años» en Sant Salvador. Es uno de los 507 ucranianos que estaban empadronados en Tarragona antes de que comenzara la guerra. Cuando estalló el conflicto se fue junto a su padre, cada uno en un coche, a buscar a sus primas. Las dos mujeres vienen con sus hijos, cuatro niños de entre 1 y 8 años, sus maridos se han quedado allí. Son de Zaporiyia y se han repartido entre la casa de Andrei y la de sus padres. «Es complicado», reconoce él. Pero lo importante, asegura, es que están a salvo. Su idea dice, «es regresar, por supuesto», aunque sabe que todo son incertidumbres.

Los adultos tienen cara de preocupación, pero el más pequeño de los niños juega a subir y bajar de la silla ajeno a todo. Acaban de entrar al Punt d’Informació municipal d’asil i refugi, ubicado en la planta baja del propio ayuntamiento en la Plaça de la Font. El nuevo servicio municipal abrió apenas el lunes de la semana y en este tiempo ya han atendido a 72 personas de Ucrania.

Suma de esfuerzos

A Andrei, que ejerce de intérprete, y su familia les atiende Encarna Medina, técnica del Centre d’Informació de Treballadors Emigrants (CITE) del sindicato Comisiones Obreras. Y es que esa es una de las peculiaridades del servicio que está atendido tanto por técnicas municipales como de entidades que atienden a personas inmigrantes. Además de CCOO se turnan para atender cada día de la semana Creu Roja (que gestiona el programa de refugiados en Catalunya de los refugiados ucranianos), la Associació d’Ajuda Mútua d’Immigrants a Catalunya (AMIC) de UGT, el Servei de Migració de Càritas y una técnica de la Unitat Tècnica d’Immigració del Ayuntamiento, dependiente de la conselleria de Nova Ciutadania y que gestiona Serveis Socials.

Las técnicas municipales que trabajan en el servicio destacan que este trabajo en red les permite, por una parte, sumar esfuerzos y saber en detalle como acceder a todos los servicios que pueden necesitar en la ciudad y cómo tramitarlos, a la par que ofrecer información actualizada porque las instrucciones cambian por momentos, como qué hacer con la escolarización con los niños, teniendo en cuenta que muchos siguen recibiendo clases a distancia de sus profesores.

Isabel Iturrieta, de Cáritas, lo resume, cuando se llega en estas circunstancias dramáticas, sentirse acogido y bien informado «les ahorra tiempo y desgaste personal».

Paula Varas, concejal de Nova Ciudadania explica que, además, el servicio, que cuenta con financiación de la Unión Europea, trabaja en colaboración con el resto de dependencias municipales. Pone el ejemplo de los centros cívicos, donde los niños pueden acudir a las ludotecas mientras sus familiares participan en otras actividades. Anuncia que, ademán, en breve se pondrán en marcha nuevos cursos de catalán y castellano.

Hasta ahora la mayoría de las personas que han pasado por el servicio vienen a casas de familiares o amigos, aunque también hay algún menos que ya había estado acogido en la ciudad durante las vacaciones de verano.

Enriqueta Aznar, técnica de inmigración municipal explica que una de las situaciones que habrá que afrontar será lo que suceda con las personas que están alojadas en casas de familiares. La convivencia no es fácil, los gastos se multiplican, y de momento no hay ninguna partida específica para estos casos.

Una necesidad de la ciudad

Aunque ahora el servicio se ha abierto de manera permanente ante la previsión de llegada de refugiados de Ucrania, ya hubo una experiencia piloto en noviembre y diciembre del año pasado en la que atendieron a 79 personas.

Varas explica que la principal motivación fue que en poco tiempo encontraron que había muchas personas de otras nacionalidades (en especial de Colombia) a quienes les habían negado la condición de asilados. También encontraron con que algunas no eran suficientemente conscientes de cómo es el proceso. En este sentido, más allá de la crisis de Ucrania, el PIMAR atiende a todas las personas que necesiten tramitar una petición de asilo o refugio o que se la hayan negado.

Comentarios
Multimedia Diari