A las cuatro de la madrugada de hoy ha comenzado el trabajo para los equipos de limpieza de la ciudad para intentar devolver la normalidad a las playas después de la Revetlla de Sant Joan. Pasadas las ocho de la mañana todavía había operarios empleándose a fondo en el Miracle.
Aunque a esa hora la playa se encontraba ya bastante despejada, la Guàrdia Urbana ha tenido que advertir a dos grupos que se encontraban acampados en la arena y haciendo una barbacoa de que se tenían que marchar. Antes de eso el tractor con la rastrilladora había pasado varias veces cerca de ellos sin que se inmutaran.
No obstante la peor parte, con diferencia, se la ha vuelto a llevar l’Arrabassada, donde el incivismo ha vuelto a dejar el paseo impracticable. Además de botellas y latas, los que celebraron allí la verbena dejaron abandonadas barbacoas, mesas, sillas, sombrillas... En la zona de aparcamientos, además, había un intenso olor a orines. Más de un paseante se ha dado la vuelta antes de llegar a la zona más cercana a la Sabinosa. Aquí tampoco han podido limpiar a conciencia hasta que la Guàrdia Urbana no ha desalojado.
Para el operativo de hoy al servicio ordinario se han sumado 37 trabajadores, 17 vehículos, 6 barredoras, 1 regador y la pala así como un vehículo para recoger las hogueras. En total, se han recogido 18.500 kilogramos de basura (10.000 de la fracción de resto, 3.500 de cartón y 5.000 de envases).
La consejera de Protecció Civil i Neteja del Ayuntamiento de Tarragona, Sonia Orts, asegura que, a pesar del buen comportamiento general, “ha sido una jornada intensa de trabajo por parte de todos los dispositivos de seguridad, de emergencias y de limpieza”. “Es por eso que también agradecemos y felicitamos a todo este personal que ha permitido que tengamos una noche de Sant Joan segura y una ciudad que ha comenzado a limpiarse desde muy temprano para que las playas y las calles y plazas de la ciudad estuvieran limpias lo antes posible”.