El año 2018 cerró con un crecimiento importante del sector de la construcción. Así lo apuntan los últimos datos que daba a conocer el Col·legi d’Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’Edificació de Tarragona (COAATT), según el cual esta actividad ha multiplicado por cuatro sus números respecto al año anterior.
En 2018 se iniciaron 276 nuevas construcciones, lo que sitúa la cifra de licencias concedidas desde el Ayuntamiento en un total de 900. Tarragona, después de Vila-seca, es el municipio del Camp que ha registrado un crecimiento más significativo. Cambrils, Reus y Torredembarra también han seguido creciendo, aunque en este caso de forma menos pronunciada, si se compara con los años anteriores.
Entre los meses de enero y diciembre del año pasado empezaron a construirse alrededor de 800 viviendas nuevas, un dato que representa un aumento de más del 80% respecto a 2017.
Los valores, después de estos años de crisis en el sector de la construcción, marcan una «buena tendencia y aportan optimismo», según indican los profesionales. Por comarcas, los mejores registros se han dado en el Tarragonès y el Baix Camp. Por contra, el Baix Penedès sigue a la baja, a pesar de que hay municipios como El Vendrell, Calafell, Segur de Calafell o Cunit, habitualmente con unos buenos resultados.
A nivel económico, la inversión en nuevas promociones realizadas durante el año pasado ha llegado a los 108 millones de euros, unos valores similares a los de 2010 y que prácticamente han doblado a los de años anteriores. La inversión en rehabilitación ha subido también, situándose en los 113 millones de euros, y ha superado en un 26% los 90 millones de 2016.
Se trata de la mayor inversión en las comarcas tarraconenses, que evidencia un cambio de tendencia cada vez más importante en el que la rehabilitación coge un papel significativo.
En cuanto al tipo de edificación, también hemos visto un cambio respecto a la tendencia habitual de los últimos años. La construcción en bloque se multiplica por tres y ocupa más de un 70% de nuevas promociones. Por otro lado, las viviendas unifamiliares conservan valores a pesar de crecer.
