El culebrón de Iot de la Platja Llarga parece que, al fin, se acerca a su punto y final. Después de más de cinco años de tramitación administrativa y judicial, finalmente, la consellera d’Economia i Hisenda de la Generalitat de Catalunya–Natàlia Mas (ERC)– ya ha firmado la resolución mediante la cual adjudica a la empresa tarraconense Punt Barraquer SL la concesión del recinto, que está cerrado y sin uso desde noviembre del 2021.
De esta forma, y a las puertas de Setmana Santa y del inicio de la temporada turística, la administración autonómica da un paso imprescindible para intentar que el emplazamiento pueda reabrir este próximo verano, después de que el emblemático espacio haya estado sin actividad durante dos años y medio, tras 35 años –entre 1986 y 2021– convirtiéndose en un complejo de referencia de la zona de Llevant.
Un tortuoso camino desde 2018
Lo cierto, es que el proceso administrativo ha tenido que superar un tortuoso camino hasta poder vislumbrar una nueva etapa. En 2018, el Departament de Economia decidió «regularizar» el uso del emplazamiento, ya que hasta entonces estaba con una habilitación temporal, sin contar con una concesión en firme, según justificó en su momento la Generalitat para instar a la recuperación del dominio de la finca.
Sin embargo, el entonces gestor del local se opuso a devolver la llaves, iniciando una batalla judicial que llegó hasta el Tribunal Supremo, que finalmente en 2021 avaló el desahucio de los inquilinos por parte de la propiedad.
Pese a ello, en 2022 se convocó un nuevo concurso, que pocos meses después fue anulado por un defecto administrativo. Ahora, a la tercera, parece que finalmente ha sido la buena.
La mejor oferta económica
Ahora, el anuncio autorizado por la representante del Govern, firmado el pasado miércoles 13 de marzo, establece que la habilitación administrativa del espacio de 760 metros cuadrados será para seis años, a cambio del pago de un canon anual de 121.601 euros. De hecho, la oferta económica presentada por Punt Barraquer SL es, de largo, la más elevada entre las cuatro que llegaron a la fase final del proceso: los 100.000 de TGN Beach Club, los 55.000 Platja Llarga Inversions y los 51.013 Nina Paula Donato Rodríguez.
El texto de Natàlia Mas recalca que la propuesta ganadora del concurso «es la más ventajosa para la Generalitat», imponiéndose en la licitación con un total de 97,5 puntos sobre los 100 posibles.
Según la oferta presentada por Punt Barraquer, su propuesta gastronómica se basará en la gastronomía mediterránea, con platos aptos para vegetarianos y veganos. Entre los planes de la nueva gestora del emplazamiento también está llevar a cabo «información y sensibilización ambiental» orientados a los trabajadores y los clientes, la participación en tres campañas vinculadas a la «conservación de la playa», ofrecer productos de proximidad y con certificación ecológica, además del compromiso por contratar a trabajadores de Tarragona y de su entorno inmediato.
Asimismo, con el objetivo de dinamizar la economía local, la adjudicataria «adquiere el compromiso» de contratar proveedores locales, además de ofertar 20 trabajadores indefinidos continuos y discontinuos, aparte del compromiso de un convenio de colaboración con la Fundació Onada. La cuenta atrás para el nuevo Iot ya ha empezado.
