Inversión y nueva gobernanza, la receta para mejorar las Rodalies

Hay pocas personas que tienen una fotografía tan completa de la red ferroviaria del país como el comisionado integral para el traspaso de Rodalies de la Generalitat, Pere Macias. Hombre de consenso, que evita las polémicas, a lo largo de su dilatada carrera ha jugado todos los papeles del auca, por lo que su voz es clave para conocer hacia dónde va el ferrocarril, más allá de las batallas políticas y del malestar de los usuarios en su día a día.

«Estamos en un momento en el que hay inversión y proyectos, pero hace falta un volantazo», aseguró. Macias, quien ayer participó en una nueva jornada del ciclo de conferencias Bon dia Tarragona –organizado por la Cambra de Comerç–, tiró de historia y se centró en el papel que ha jugado el tren en la demarcación. Este se mostró convencido de que el siglo XXI «ha vuelto la era del ferrocarril», tras un periodo de treinta años «nefastos» con cierre de líneas y estaciones.

Esta nueva era empezó con el desarrollo del alta velocidad, un sistema perverso que ha alimentado el modelo de la España radial, con una «descapitalización de la red convencional, tanto en los recursos económicos como en lo que se refiere al capital humano», decía.

Macias aportó algunos datos. En el año 2014 la inversión de Adif en la red convencional fue de 273,9 millones de euros, mientras que el alta velocidad se llevó más de 2.192 millones, es decir, el 88,9% del total. Esta tendencia se repitió año tras año hasta 2018, cuando ligeramente empezó un cambio y se alcanzaron los 397,2 millones para la red de Rodalies y Regionals, mientras que la inversión en alta velocidad se situó en 1.310 millones (un 76,7% del total).

«Durante muchos años, el ferrocarril fue pensado como un proyecto político de centralización del Estado, lo que explica muchos de los desastres actuales», aseguró el comisionado para el traspaso integral de Rodalies.

Los datos del año pasado todavía no están cerrados. Pese a ello, Macias aseguró que esta tendencia «se revirtió en 2023, cuando prácticamente se invierte lo mismo, a pesar de que todavía hay muchas infraestructuras de alta velocidad empezadas que tendrán que acabarse». Esta escasez de recursos también ha tenido consecuencias en la compra de materiales. «Durante catorce años, desde 2005 a 2019, en España no se compró ni un solo tren de Rodalies y Regionals», decía, un parque móvil de más de cuarenta años de vida que espera como agua de mayo los 101 convoyes que se están fabricando para modernizar y reforzar el sistema.

Hasta el pasado 23 de noviembre, Macias fue el responsable del Pla de Rodalies, la herramienta encargada de revertir los déficits existentes, con actuaciones de mantenimiento y mejora por valor de 6.345 millones de euros en Catalunya hasta 2030. «En tres años y medio se ha ejecutado el 25% de la inversión y más de 3.500 millones están adjudicados». Entonces, ¿cuál es el problema? «Que tenemos demasiadas inversiones en la red», decía.

Macias habló de algunos de los proyectos que tienen que hacerse en el territorio, como la futura estación de Bellissens, la intermodal de Vila-seca o la solución definitiva para las mercancías por el interior. Al respecto, no se mojó en cuanto a los plazos y afirmó que es clave «tener claros los objetivos y la progresividad».

El conferenciante también defendió la necesidad de un nuevo modelo de gobernanza, con una gestión desde «la proximidad», aunque esto pasa también por «mantener durante una década las inversiones necesarias para revertir los efectos no deseados».

Durante su comparecencia evitó hablar del caos de los últimos días, el conflicto sobre la gestión de la seguridad o el drama de los Regionals del corredor sur de estos meses. En cuanto a las obras de adaptación al ancho internacional, previstas en el túnel de Roda de Berà, afirmó que «no tengo el calendario en estos momentos», ya que el gestor de infraestructuras todavía no ha concretado las fechas. Pese a ello, indicó que «será en la última parte del año, no antes del mes de octubre».