Al final, después de años de rumores, ya tiene relevo: Rubén Viñuales.
Estoy muy contento. Tiene una edad que le permite estar más en sintonía con lo que está pasando en el mundo, es bueno hacer un relevo generacional. Aparte, es una gran persona, tiene empatía y, además, vida profesional: no vive de la política. Cuando lo conocí ya me dijo que era socialdemócrata y que hasta me había votado. Entonces le dije que si se había equivocado de partido (ríe). También conoce enormemente la ciudad, la ha pisado desde Campclar.
¿No había nadie en el PSC que han tenido que ir a buscar en Ciutadans?
Cuando lo conozcan mejor lo entenderán. Gana mucho en la corta distancia pese a que en la larga tiene un aspecto dinámico, moderno y simpático, con mucha cultura cinematográfica. Está con muchísimas ganas y energía.
Sonaron Javier Villamayor, Begoña Floria, Carles Castillo, Sandra Ramos o Berni Álvarez. ¿Se ha tardado demasiado en hacer el relevo?
Sí, eran unos buenos relevos. Y había más. Creo que ahora vamos cuatro años tarde.
¿Cree que usted no debería haberse presentado en 2019?
Tuve muchas dudas, de hecho, hasta anuncié que no me presentaría. Lo más normal hubiera sido que yo ya no hubiera sido alcaldable. Al final, por responsabilidad, me convencieron.
¿Viñuales era su candidato?
Sí, debo decir que Berni me parece un gran candidato, como Sandra. Ahora Rubén reúne más punch para ser un alcaldable poliédrico y, a la vez, experimentado. Tiene trayectoria y cargo público, y esto es muy importante. Lo que le pase no le vendrá de nuevo y, además, tiene ideas y proyectos para Tarragona en turismo o la relación con los empresarios. Además, he descubierto que tiene mucha sensibilidad social porque no olvida su origen: progresó gracias al ascensor social.
Viñuales tiene una larga hemeroteca contra usted. En 2020 dijo que el gobierno de Ricomà «aún gestiona peor que el anterior, que ya es decir...».
Sé que después ha matizado muchas cosas... También es cierto que es lo que le tocaba decir desde la oposición (ríe).
¿Hacía teatro?
No, era la manera que tenía para enfatizar la crítica y tener un titular. Los razonamientos pausados no llenan titulares...
En cuatro años solo pactó un presupuesto con usted.
Sí, ¡los últimos! No lo necesitábamos, pero ya había sintonía y acordamos apostar por la micropolítica que ya iniciamos en el primer mandato cuando creamos la Brigada d’Intervenció Ràpida. Por esto pactamos los dos millones para el plan de barrios. Pero no solo estoy contento de haber pactado con él, sino que pese a las discrepancias también acordamos la Illa Corsini con Albert Abelló (CiU), llegamos a acuerdos con Alejandro Fernández (PP), Joan Aregio y Victòria Forns (CiU), estuvimos cuatro años con ERC...
¿En Tarragona se ha perdido el espíritu de los pactos de ciudad?
Sí, y debe recuperarse. En política he tenido infinitamente más amigos de todos los partidos que enemigos.
¿Ricomà es uno de los amigos?
Lo era, pero con la última tontería que ha hecho con Inipro difícilmente le perdonaré.
¿La acusación municipal, que le pide más pena de cárcel que la CUP y la Fisalía, rompe todos los puentes con ERC?
Ha roto los puentes, sí. Con la acusación buscan el mullader político y retrasar todo el proceso porque saben que saldré absuelto.
¿Está tranquilo?
Sí, mucho. Ni pienso en ello.
¿No piensa en un caso en el que le piden entre 6 y 14 años de cárcel?
Mi actuación fue absolutamente legal, no hay ningún remoto motivo que diga que participé en un contrato para que entrara no sé quién... No hay nada de nada, y lo han mirado todo: correos electrónicos, whatsapps y cuentas corrientes. Confío totalmente en la justicia, pese a que sea tan lenta.
¿Los puentes están rotos para pactar con ERC en 2023?
Sí, pero cosas más raras se han visto. Nosotros pactamos con el alcalde Nadal cuando veníamos de todo el tema del Parc Central, el lavacoches... Pero ahora es evidente que los puentes están rotos.
¿Negociarán el presupuesto de 2023?
No lo sabemos. Como dice Antoni Coll, la política es hacer posible aquello que es necesario. La política no es desacuerdo, al contrario, debe ser acuerdo porque nos vota gente diferente para hacer cosas diferentes.
¿Tiene la sensación de que ERC, a diferencia de Madrid, no quiere acuerdos con el PSC en TGN?
No lo sé. Tenían miedo de que yo siguiera, por esto cargaron tanto contra mi.
¿Cree que el juicio será antes o después de las Municipales?
Espero que antes, pero ya no sé qué pensar porque estaba convencido de que a estas alturas todo esto estaría resuelto.
¿Por qué cita a declarar al alcalde Ricomà?
Para demostrar que mi actuación ha sido exactamente la misma que la suya o la de los alcaldes Nadal y Recasens. Todos hemos firmado decretos legales, avalados por el secretario y el interventor, para evitar el enriquecimiento injusto de la administración. A Ricomà lo cito para que pueda decir cuántos ha firmado, que son muchos.
Él no ha estado nunca en el Consell Rector de Serveis Socials ni era edil en esa época.
Yo tampoco estuve nunca en el Consell del IMSST.
¿Qué hará si el juez dicta su sobreseimiento?
Haré una rueda de prensa que la ciudad recordará toda la vida.
El gobierno de ERC, JxTGN y CUP cumple un año. ¿Qué nota le pondría?
Un suspenso claro. No hay un gobierno, sino una suma de voluntades para sacar a Ballesteros y mantenerse en la silla. Representan cosas muy diferentes y se nota porque no tienen ningún proyecto.
¿En qué se nota?
Con la temporada turística, por ejemplo. Aquí va bien pero porque va bien en todas partes. Pregunte a Salou, Lloret o Ibiza. El Ayuntamiento y el Patronat no han hecho ni una sola campaña, no he visto nada. Nosotros, por ejemplo, nos pateamos hace años el sur de Francia con Pat Antón. ¿Qué buscan ahora? Y, encima, renuncian al remanente.
Nadal (JxTGN) dice que ahora se hacen cosas en la ciudad.
¡Es que siempre se han hecho! Recuerdo tener la agenda siempre llena desde Sant Josep a Sant Pere. Ahora parece que hayan descubierto el mundo. ¿Dónde estaban antes?, ¿se quedaban en casa? Ya había el Dtapes, por ejemplo.
¿Quieren borrar su legado?
Dicen cosas que no son ciertas. O mienten o no saben lo que pasaba en la ciudad, que aún es peor.
A un año de las Municipales no hay ni presupuesto ni POUM.
Sí, por primera vez en la historia democrática no hay cuentas.
Porque ustedes votaron ‘no’
Sí, claro, pero es que no hicieron nada para negociar.
Tenían una reunión acordada que ustedes desconvocaron.
Nos ignoraron y ningunearon, la CUP nos insultó porque no estaba cómoda con que negociáramos con la otra parte del gobierno. ¿Qué debíamos hacer? Banyts i pagar el beure? Es preocupante, en 2023 estaremos con un presupuesto de 2021. Es una brutalidad.
Están a tiempo de negociar las cuentas de 2023.
Siempre estamos abiertos a hablar, pero deben darse condiciones infinitamente diferentes a las del año pasado.
¿Cuáles serían las condiciones ‘sine qua non’ para ello?
Que no solo quiera negociar el señor Fortuny, sino el gobierno en su totalidad. El señor Puig y la CUP nos ningunearon. Y Nadal ni dijo nada No queremos cuatro migajas, sino hablar de modelo de ciudad, con Serveis Socials, la activación económica, la micropolítica, los barrios...
¿Qué sensaciones tiene para las Municipales de 2023?
Muy buenas.
El sondeo de ERC dice que no ganan.
¿Qué debe decir Esquerra? Soy muy optimista, y no solo por el candidato. Mucha gente me dice que espera que volvamos y que quiere conocer a Rubén.
¿Ha vuelto la ilusión al PSC?
Sí, hay ganas de cambio. Hacía mucho tiempo que no estaba en una asamblea tan plácida como la de la designación de Viñuales.
¿Se había perdido la ilusión?
Claro. Es evidente que en doce años, y con una gran crisis económica, los gobiernos se desgastan. En 2010 no sabíamos ni cómo cuadrar el presupuesto.
Plantearon hacer Tarraco Viva y los Focs bianuales.
Sí, y suprimir el Dixie. No sabíamos ni cómo pagar nóminas. Fue una brutalidad.
¿La renovación del PSC debe ir más allá del candidato?
A Rubén solo le doy un consejo: que incorpore buenos independientes. Esto es un síntoma de partido abierto que es capaz de sumar a gente con valor. Así lo hicimos con Elvira Ferrando.
¿Será un Ricomà-Viñuales?
Me temo que será un Viñuales-CUP.
¿A qué se refiere?
La CUP lleva la batuta. Viñuales ya le dijo señora alcaldessa a Laia Estrada. Tienen un peso específico enorme para lo que son, pero luego se las empassen.
¿Ricomà está secuestrado por la CUP?
Sí.
Entonces, ustedes lo estuvieron por el PP, ¿no?
No, porque no los necesitábamos para gobernar. Ya saben que mi primera opción fue un pacto con Arga Sentís y ERC.
¿Puede volver el Tripartit en 2023?
Deberá haber pactos, a no ser que Viñuales se salga del mapa. Vox puede tocar el tablero.
¿Vé posible acordar el POUM?
Debe ser un proyecto compartido, no un trágala. Este mandato no les dará tiempo para nada.
El gobierno local quiere votar la aprobación inicial en octubre.
Ni esto. No les interesa, ¡Si no se ponen de acuerdo entre ellos! No se ha avanzado porque han querido partir desde cero.
¿Qué le parece que el juez quiera archivar la causa penal del parking Jaume I?
Me queda cara de imbécil.
¿Hicieron suficiente ustedes?
Hicimos lo que nos recomendaron los juristas. Hicimos las auditorías, se llevaron a Fiscalía, Aparcaments se personó en la causa, dejamos de poner dinero y despedimos al gerente por el desastre de 24 millones. Y ahora resulta que estamos en el juzgado por los 200.000 euros de Inipro...
El ministro Iceta dice que no tiene ningún proyecto para la Tabacalera. Esto quiere decir que ustedes tampoco presentaron nada.
Sí que lo hicimos. Begoña Floria, Pau Pérez y yo mismo fuimos al Ministerio y presentamos el plan funcional. Y quedamos que se hablaría con la Generalitat.
El plan que dice preveía una inversión global de 112 millones. Una cifra muy alta.
Prever esta cantidad en uno, dos ó tres años sería un brindis al sol, pero la inversión debería ser en diez años, repartida entre dos administraciones. De los 112 millones, al Ayuntamiento solo le correspondían 400.000 euros para los jardines y el entorno. Ahora debe convencerse a la Generalitat como yo tuve convencido a Santi Vila.
El Estado está invirtiendo 4 millones en el Museu Arqueològic de la Plaça del Rei. Es complicado que pueda mudarse a corto plazo.
Es que no hablamos de traslado, pero nadie se lo ha explicado al ministro. Aquello debe ser la puerta de entrada a la cultura clásica de Catalunya. Y el MNAT debe ser la extensión de este espacio con las piezas que no se exponen.
No renuncia al Museu Arqueològic en la Tabacalera.
No, ni a la biblioteca ni al ICAC. Debemos tener una gran ciudad de la cultura, con la Necròpolis. Sería un lugar único en Catalunya. Más difícil fue el Mercat y se hizo.
Fueron diez años de obras.
Fue una gran pesadilla, como el puñetero Jaume I. Hablando con Ada Colau me dijo que el de Sant Antoni tardó 12, ó los 11 de Bilbao. Son mercados históricos que deben preservar el edificio y, además, con excavaciones arqueológicas. Después, el Mercat ya ha sido mi gran orgullo, como la Rambla de Ponent. La ciudad tiene ahora una locomotora comercial de primer nivel. Es brutal.
¿El Mercat será su legado?
Sí, como la Anella Mediterránea, la Rambla de Ponent y haber eliminado la antigua circunvalación del Nàstic.
¿Qué le quedó pendiente?
Hacer la administración más eficiente, es difícil cambiar la maquinaria. Hay mucha inercia, debe ser más ágil.
Estamos en el Anillo. El Palau ya es de Tarragona.
Cuando llevábamos diez meses me decían que era un desastre no tenerlo. Y resulta que han tardado cuatro años.
¿El acuerdo inicial no definía nada del traspaso?
Se hizo la fórmula que nos pidió la Generalitat. Los Juegos fueron un éxito, pese a que sobró ruido.
¿Qué falló en los Juegos?
Implicar más a la gente. Los atletas quedaron encantados.
¿Se giró todo el día de la inauguración?
Sí, ese día nos hizo mucho daño.
¿Se dieron entradas a SCC?
No tengo ni idea.
¿Quién lo gestionó?
El comité ejecutivo, con el director general y Javier Villamayor. Los Juegos fueron bien.