Indignación entre el personal de enfermería del Hospital Joan XXIII. El motivo es un correo que mandó ayer la dirección del centro a las enfermeras, auxiliares y celadores, y que recordaba que, los trabajadores que decidan voluntariamente doblar el turno, no dispondrán de la media hora reglamentaria para poder comer. El correo ha encendido a un colectivo que lleva mucho tiempo denunciando sus condiciones de trabajo. «Es la gota que ha colmado el vaso», aseguran desde la plataforma Aturem Joan XXIII, quienes añaden que «ya nos ven cómo máquinas. Ya no somos ni personas con derecho a comer».
El correo emitido desde la dirección de enfermería, y con el visto bueno de la junta de personal, recordaba a la plantilla que en una jornada de siete horas se debe realizar un descanso de veinte minutos, tal como regula la ley. De la misma manera que, si una enfermera dobla el turno –es decir trabaja 14 horas– por petición del hospital, contará con treinta minutos extra para poder comer. Ahora bien –y aquí es donde viene el problema–, si el trabajador dobla turno de forma voluntaria «no podrá disfrutar de los treinta minutos para comer, a no ser que organizativamente se pueda pactar con el supervisor la opción de ir un momento a la sala de descanso para poder comer».
Con esta directriz, el personal denuncia que no podrán bajar a la cafetería a comer. «Nos hemos dado cuenta de la deriva autoritaria, pero jamás nos imaginábamos que hasta este punto», opinan desde la plataforma, quienes añaden que «ahora, comer será un premio y no un derecho».
La plataforma se plantea iniciar acciones de protesta. «Por norma general, llegamos siempre quince minutos antes de empezar el turno, para que la enfermera que se va nos pueda transmitir la información de los pacientes. Quizás, después de esto, decidimos llegar a nuestra hora y dejar de regalar minutos de nuestra vida», explican desde la plataforma, quienes no destacan volver a convocar manifestaciones, tal como la entidad hizo el año pasado.
El sindicato CATAC-CTS asegura que existe un vacío legal en este punto, «lo que hace que se aprovechen de la situación». El sindicato opina que, si desde el hospital se permite doblar, también deberían permitir el descanso. «Es injusto porque no me imagino que manden este correo a los médicos. Está claro que no nos tratan igual. La vara de medir es distinta para unos que para otros», explican desde CATAC-CTS.
La directriz del hospital llega en un momento clave para los profesionales. «Hay hospitales privados que nos ofrecen trabajo. Nos resistimos a irnos porque creemos en el sistema público, pero nos lo estamos pensando», explica Lourdes, una enfermera del hospital.
