La Generalitat ya ha adjudicado la instalación de 519 sensores de productos tóxicos en el Camp de Tarragona. Permiten detectar los ocho principales componentes que podrían afectar a la población situada en el entorno del complejo petroquímico.
La inversión ha sido de 1.488.163,42 euros, que incluye también la conservación de los 575 aparatos –donde se incluyen los actuales, que serán sustituidos por unos de nuevos al quedar obsoletos–.
Los nuevos sensores, que se sumarán a los 56 que ya funcionan en lo que ha sido la prueba piloto, se colocarán 142 en el polígono petroquímico norte y 377, en el sur. El objetivo es crear una barrera de detección de nubes tóxicas en caso de accidente.
La particularidad de los nuevos sensores es que permiten detectar ocho sustancias químicas. En el polígono norte de Tarragona se instalarán 59 sensores de dióxido de azufre, 26 de óxido de etileno y 57 de sulfuro de hidrógeno. Por su parte, en el sur y Port de Tarragona se pondrán 43 de dióxido de azufre, 70 de cloro, 48 de amoníaco, 67 de óxido de etileno, 51 de cloruro de hidrógeno, 67 de fosgeno y 31 de acrilonitrilo. En total cubrirán un perímetro de 46,5 kilómetros alrededor de la industria química.
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha manifestado que durante el primer trimestre del próximo año todos estarán ya en funcionamiento.
La instalación de los sensores se ha realizado de acuerdo con la situación de las industrias y los productos que elaboran o almacenan y los estudios de accidentabilidad elaborados por los responsables de seguridad industrial y la dispersión de tóxicos que contemplan.
Está previsto que los sensores se instalen en diferentes soportes: farolas de alumbrado, torres eléctricas, palos de hormigón de torres de electricidad, palos de madera de cableado de electricidad y en paredes de edificios. En total 141 puntos diferentes, dijo el conseller.
La empresa adjudicataria (aunque está pendiente de formalización) ya fue quien instaló 33 detectores de sulfuro de hidrógeno entre las industrias químicas del polígono note y las zonas de viviendas de La Pobla de Mafumet, El Morell y Perafort. Esta misma empresa suministró 24 equipos portátiles de detección de gases para los efectivos de seguridad desplegados en la emergencia volcánica de La Palma.
Una vez finalice el procedimiento de adjudicación y sea firme, la empresa adjudicataria dispone de un plazo máximo de cuatro meses para suministrar los sensores y realizar el replanteo de los puntos donde se situarán. Posteriormente y durante un plazo máximo de cinco meses, se procederá a su instalación y puesta a punto.