El Port de Tarragona tiene la voluntad de llevar a cabo un estudio complementario al que realizó el Ayuntamiento de la ciudad sobre la presencia de palomas en la capital, una cuestión que viene siendo polémica en los últimos años a causa de la gran afluencia de estas aves en la capital. Fuentes portuarias insisten en que existen contactos con el consistorio para encontrar soluciones y trabajar en ello, y que está preparándose la licitación de este nuevo estudio que, una vez finalizado, podrá ofrecer una visión más clara y panorámica.
«Existe una buena voluntad entre ambas administraciones para colaborar, ser científicamente y técnicamente rigurosos y diseñar una estrategia que lleve a una solución estable», comentan fuentes de la Autoritat Portuària de Tarragona (APT). Por el momento, todavía no existen más novedades con respecto al estudio que quiere impulsar el Port, pues la APT insiste en ser prudente y establecer un trabajo riguroso que permita encontrar soluciones.
Tal y como publicó el Diari, desde el consistorio tarraconense ya se encargó un informe a finales del año pasado, que llegó a manos municipales hace ya unos meses. Dicho documento establecía que el Port de Tarragona es el comedor de las palomas y que sus instalaciones son el principal foco de atracción para esta especie.
El informe explica que cerca de cuatro mil palomas se desplazan del centro de la ciudad al puerto, en una franja de tres horas. Al cabo del día, la cantidad se multiplica por ocho. Y no solo eso. Resulta que el Port de Tarragona también recibe la visita de las palomas de municipios de alrededor, como pueden ser Reus, Vila-seca o Salou.
El motivo es, sin duda, la industria agroalimentaria que hay en el puerto y que sirve como comida para esta especie. Y es que el de Tarragona es el puerto más importante de todo el Mediterráneo en tráfico y almacenamiento de grano.
El problema se centra, sobre todo, en los grandes silos, contenedores y naves donde se almacenan los cereales. Algunas de estas construcciones quedan abiertas o simplemente están al aire libre, cosa que provoca que las palomas puedan acceder a la comida de forma fácil y rápida. De hecho, un día cualquiera en el Port, se puede ver como estas aves se acumulan en los espacios de entrada de la mercancía y en las zonas de reposo y de descarga de género. Pero la cosa va más allá.
El problema se agrava –siempre según el informe municipal– cuando los camiones transportan el grano y parte del producto acaba vertido en la carretera. La acumulación de cereal en los arcenes de los viales que salen del puerto es importante y todavía empeora más la situación.
Una de las sorpresas que presenta este estudio es el riesgo que generan estas palomas en la cadena de seguridad de la industria agroalimentaria. Es decir, estas aves son portadoras de agentes contaminantes, como por ejemplo E.coli y Salmonella, que pueden infectar directamente al grano que se almacena en el Port de Tarragona y, por lo tanto, a la salud de quienes consumimos el producto.
Por otro lado, la presencia de estas aves está generando un importante problema de salud pública en la ciudad de Tarragona. No solo por los excrementos o la suciedad, sino también por la no conservación de edificios históricos. Según el informe, las palomas contribuyen «a un desmejoramiento del patrimonio histórico de la ciudad».
El informe destaca otros factores que también contribuyen a la presencia de estas aves. Es el caso de las cavidades o agujeros en monumentos históricos de la ciudad, donde se instalan nidos y palomas, o las muchas viviendas vacías, en las que se acumulan excrementos, plumas e incluso palomas muertas. Finalmente, aunque no menos importante, el estudio alerta de que hay personas que alimentan estas especies en plena calle.
Trabajo de Port y Ayuntamiento
La solución, según el informe, pasa por trabajar de manera conjunta Ayuntamiento y Port, «con un plan de medidas estructurales a seis años vista y con las inversiones necesarias». Este plan debe contar también con el compromiso de los operadores de mercancías –es decir con las empresas– que, al fin y al cabo, son las que traen el pienso a las instalaciones portuarias.
Precisamente en esta línea se posiciona el informe que quiere llevar a cabo el Port. Un documento que complementará las conclusiones del encargado por el Ayuntamiento. Ambas administraciones tienen pendiente reunirse para formalizar la mesa bilateral donde tratar este tema. De hecho, la reunión ya se convocó hace meses pero, primero por la indisposición del alcalde –estaba enfermo–, y después por la cercanía de las elecciones autonómicas, el encuentro ha ido posponiéndose y todavía no se ha celebrado.