El número 6 de la Plaça de la Imperial Tarraco simbolizó durante más de cuatro décadas el poder económico de esta ciudad. Se inauguró en 1975 como sede de la Caja de Ahorros Provincial de Tarragona, posteriormente acogió las oficinas principales de Caixa Tarragona y ya en tiempos más recientes fue la historia viva de la convulsa etapa de fusiones y absorciones financieras que vivió el país.
Ahora el inmueble está en venta o alquiler. Así lo anuncia una pancarta colgada en el exterior por parte del grupo CBRE, una empresa de «servicios e inversiones inmobiliarias del mundo», que está presente en más de cien países. De hecho, hace bastante tiempo que el actual propietario –el banco BBVA– quiere deshacerse del inmueble. No obstante, en los últimos tiempos el banco ha pisado el acelerador para intentar hacer caja con una propiedad que desde hace tiempo ha entrado en un avanzado estado de degradación. Las puertas tapiadas, las pintadas, la suciedad y los carteles publicitarios colgados en el exterior contrastan con el pasado de un edificio que desde febrero de 2020 está completamente cerrado y abandonado.
Fue en esta fecha cuando cerraron las oficinas que todavía permanecían abiertas en la planta baja del inmueble. Previamente el personal que todavía quedaba fruto de la fusión de Caixa Tarragona con Caixa Catalunya y Caixa de Manresa ya había sido trasladado a Barcelona.
En el año 2013 la Diputació de Tarragona se hizo con el inmueble adyacente, donde se ubicó el auditorio y las oficinas de Base. Ahora queda esta parte, que en total suma alrededor de 7.000 metros cuadrados en uno de los emplazamientos más céntricos de la ciudad.
El edificio podría albergar oficinas o tener un uso residencial o hotelero. Ahora tocará esperar para ver si estas antiguas dependencias consiguen abrirse una nueva vida o siguen deteriorándose.