Un nuevo nyap en el diseño de las obras del Corredor del Mediterrani perjudicará a los usuarios de Regionals del sur de Catalunya, y en especial a los viajeros de las Terres de l’Ebre, que tendrán que soportar un nuevo cuello de botella que penalizará a los trenes de pasajeros.
El punto en cuestión es el nuevo cambiador de ancho que Adif tiene que construir en el ámbito de La Canonja, cerca de la estación de Vila-seca. Este debe permitir que cuando se haga el cambio de ancho de ibérico a internacional, en el tramo entre Castelló y Vila-seca, los convoyes procedentes del sur puedan entrar a Tarragona, y al revés.
«La instalación de un cambiador de ancho resulta imprescindible para mantener el actual recorrido de la R-16, entre las Terres de l’Ebre, la estación urbana de Tarragona y el área metropolitana de Barcelona», asegura el portavoz de la Associació per a la Promoció del Transport Públic (PTP) en las comarcas tarraconenses, Daniel Pi.
La sorpresa ha sido que, cuando Adif ha sacado a exposición pública el proyecto, ha podido comprobarse como solo se prevé instalar un cambiador en una de las vías –la del lado de montaña–. Esto provocará un tramo de vía única, ya que obligará a los trenes que tienen que acceder al cambiador a circular siempre por la vía de montaña, cizallando (cuando un tren cruza en diagonal una vía) el resto de circulaciones.
«Si este diseño se impone, se creará un nuevo cuello de botella en el tramo ferroviario entre Tarragona y Vila-seca, por el cual pasan las líneas R-14, R-15, R-16, las Rodalies de Tarragona, las circulaciones de mercancías del Corredor del Mediterrani y las de mercancías procedentes del centro de la península vía Móra y Casp», indica la PTP.
La plataforma tiene en cuenta que, aunque la maniobra tan solo la tendrán que hacer los trenes con origen o destino a Terres de l’Ebre, esto provocará una ocupación de ambas vías, que «impactará sobre el resto de circulaciones, incluso las que no tengan que hacer uso del cambiador».
Quince minutos
El cambio de ancho es una operación compleja, que supone una suma de unos quince minutos. Hay que tener en cuenta que implica la incorporación de una limitación de velocidad de aproximación, la entrada al cambiador a velocidad reducida, el tiempo de cambio, la incorporación a la vía inicial y la aceleración.
Escenario cambio de ancho en La Canonja

«Es un contrasentido porque tienes una vía doble sin la capacidad para pasar los trenes porque tienes unas instalaciones que no lo permiten. De nuevo, aplican soluciones sin tener en cuenta el tráfico que puede generarse», lamenta Pi. La plataforma alerta que esta «perturbación» se traducirá en «más incidencias, una pérdida de fiabilidad y en definitiva un empeoramiento del servicio».
Esta disfunción afectará a la operativa de una infraestructura relativamente nueva, que se inauguró hace cinco años, con la entrada en funcionamiento de la variante de la costa, entre Castelló y Vila-seca. «Una línea que, dicho sea de paso, ya fue suficientemente maltratada con la eliminación de las estaciones urbanas de Salou y Cambrils», recuerda Pi.
La entrada en funcionamiento de la variante de la costa, es decir la línea del Corredor del Mediterrani, ya generó un cuello de botella en este mismo ámbito en el que ahora quiere situarse el cambiador de ancho. El empalme de esta vía con la línea Tarragona-Reus se hace en el enlace de La Feredat, que utilizan todas las mercancías del Corredor del Medterrani además de las circulaciones de la R-16. Esta conexión también se diseñó de forma que genera un tramo de vía única.
Actuación menor
El proyecto corresponde a una actuación menor y, por tanto, no tiene que sacarse a exposición pública. Adif ha diseñado la solución y ahora, cuando ha salido la información sobre las expropiaciones de los terrenos afectados, ha sido cuando se han activado las alarmas.
Delante del problema que pueda generarse, la PTP propone soluciones. Una de estas pasa por situar el cambiador sobre el enlace Vila-seca-La Feredat. La otra es que se ubique en el mismo Corredor del Mediterrani, de forma que no afecte a las circulaciones de la R-14 y R-15. Asimismo, se tiene en cuenta que la construcción de este aparato se coordine con las obras del cambio de ancho, «minimizando las afectaciones para los usuarios de la R-16».
Finalmente, se apunta la posibilidad de incorporar un segundo cambiador sobre el ya previsto, desdoblando el enlace de La Feredat-bifurcación de Vila-seca, lo que permitiría «obtener una configuración íntegramente en vía doble sin cizallamientos en todo este tramo, ni interferencias de los cambiadores sobre las líneas que le son ajenas».
No hay un calendario para la construcción de esta pieza. Se espera que vaya ligada al cambio de ancho entre Castelló y Vila-seca, que ya tenía que estar hecho en 2015 y siempre se va dejando para el año siguiente.