El 40% de las solicitudes de becas comedor de Tarragona se reparten en 6 escuelas

Escola Torreforta, Els Àngels, Ponent, Bonavista, Antoni Roig y Joan XXIII han pedido 1.294 ayudas y el 67% se han concedido

19 mayo 2017 17:37 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:34
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Seis escuelas de las 34 que hay en Tarragona (10 concertadas, 23 públicas y una de educación especial) han solicitado para el presente curso el 40% de las becas comedor que gestiona la Generalitat de la mano del Consell Comarcal del Tarragonès. Un total de 1.294 de las 3.277. Cinco de los seis centros –Escola Torreforta, Els Àngels, Ponent, Bonavista y Col·legi Joan XXIII– están ubicadas en los barrios de Ponent y el otro, en el centro de la ciudad: Col·legi Antoni Roig.

Hasta primeros de octubre, fecha de los datos facilitados por el Consell Comarcal del Tarragonès, el 67% de las solicitudes fueron aceptadas (869) en la modalidad del 50% o el 100% del pago del menú. Del resto, 425, más de la mitad se han denegado y las otras están en fase de estudio o bien se han rechazado porque la familia aún no ha presentado todos los papeles necesarios o por razones de fuera de plazo.

Inmigración

El reparto de solicitudes de becas en Tarragona no sorprende. La población que habita la zona de Ponent tiene un componente muy elevado de gente inmigrante y de clase trabajadora con recursos económicos medios o bajos. Esta fotografía del perfil de habitante de Ponent se refleja a su vez en la necesidad de ayudas públicas para los hijos que estudian en los centros educativos de estos barrios. Por esta razón, explican fuentes expertas, son las escuelas que siempre lideran la lista con mayor demanda de ayuda pública en este aspecto. No sólo son las seis con más número de solicitudes de Tarragona, sino que también encabezan la lista de las 70 que hay en la comarca, donde están a mucha distancia las escuelas de La Canonja, Vila-seca, Torredembarra o Salou, las localidades más pobladas del Tarragonès.

Para intentar que las familias, y por extension estos alumnos, puedan beneficiarse de esta ayuda pública, Ensenyament ha aumentado la partida económica prevista para las seis comarcas del Camp de Tarragona «con un montante inicial de 5,2 millones de euros, 1,5 más que el cierre del curso pasado», explica la directora de los Serveis Territorials, Sílvia Rodes.

Cambio de parámetros

El incremento de la partida económica, que además sigue abierta para cubrir las necesidades sobrevenidas a lo largo del curso, viene dado por un cambio de reglamento a la hora de solicitar esta ayuda.

Fuentes del Consell Comarcal remarcan que la principal novedad del presente curso respecto al pasado es que «se utiliza el umbral de pobreza que fija el Institut de Estadística de Catalunya (Idescat) para dictaminar qué ayudas podemos conceder y cuáles no y si son del 100% del importe o sólo de la mitad del precio del menú».

Este nuevo parámetro para medir la aceptación o negación de las becas comerdor permite incluir aquellos casos que estaban al límite y quedaban fuera por unos pocos euros. Este año se puede garantizar una beca con la mitad del importe del menú, añaden las mismas fuentes del Consell Comarcal.

En un caso práctico, una familia con dos niños en edad escolar y con una renta de 16.603 euros anuales como máximo, la Generalitat concederá la beca del 50% del importe a cada alumno. Hace un curso, esta gente quedaba excluida y sólo la bolsa que tiene el Consell Comarcal para casos dudosos, donde se llegaba al 30% del importe, podía satisfacer parcialmente la decepción de las familias. Si sólo se llega al 60% de esta cantidad que hace de límite –16.603–, la beca pasaría del 50 al 100%, añaden las mismas fuentes del Consell Comarcal.

Aparte de la renta, la situación de las familias también tiene una puntuación, lo que hace que no siempre la línea roja sea el dinero: familias numerosas, monoparentales, patrimonio, discapacidad... son otros factores que a la hora de conceder o denegar una beca son imprescindibles conocer.

«En el Departament tenemos confirmación de que todas las escuelas han activado la beca desde el primer día. De hecho, mensualmente cada centro pasa un cuadrante al Consell Comarcal pertinente para que se sepa con exactitud si ha ido el alumno a comer y evitar cualquier trapicheo con dinero público», reconoce la directora de los Serveis Territorials.

El DNI escolar

Rodes recuerda que este curso ha entrado en vigor el Idalus, un identificador personal de alumnos (un DNI escolar) que busca un mejor control del alumno desde la escolarización obligatoria hasta su salida. «En el tema de becas como en otras situaciones nos ahorraremos un papeleo y una comunicación entre centros, Consell y departamento que a veces provoca errores».

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