Creu Roja nació en Tarragona en enero de 1874, justo 10 años después de que la entidad humanitaria comenzara a funcionar a nivel internacional con la firma del Pacto de Ginebra. En aquel documento 12 países se comprometían a amparar y proteger a los soldados heridos en los conflictos bélicos, así como a las personas que los atendían.
La noticia del Diario de Tarragona que daba fe de la reunión inicial en la ciudad destacaba que «es de esperar que la Asociación de la Cruz Roja florecerá en Tarragona y muy pronto se tocarán sus benéficos resultados». Aquella reseña tenía razón, la entidad cuenta ya con 150 años y, aunque los tiempos han ido transformando su labor, nunca ha dejado de socorrer a los tarraconenses.
Una pequeña muestra de cómo la entidad ha ido cambiando a la par de la ciudad puede verse desde hoy en la exposición «Creu Roja, 150 anys d’Humanitat a la ciutat de Tarragona» en el Tinglado 1 del Moll de Costa del Port de Tarragona.
Xavier Ribera, secretario provincial de Creu Roja, (ligado a la entidad desde los 11 años, cuando se hizo voluntario) cuenta que la muestra ha sido posible gracias al trabajo minucioso de voluntarios y técnicos de la entidad. Ellos se han encargado de revisar una por una las actas (la mayoría manuscritas), de las reuniones de la entidad que se conservan desde finales del siglo XIX. A partir de allí comenzaron a bucear en los archivos propios y en el Arxiu Municipal de Tarragona.
Más que heridos de guerra
La Creu Roja en Tarragona, igual que en el resto de España, tuvo un origen eminentemente sanitario. El primer objetivo era atender a los heridos de las guerras coloniales cuando eran repatriados.
Hay, no obstante, servicios en los que siempre ha estado implicada en la ciudad, como el salvamento marítimo. Hay referencias desde 1924.
También destaca la labor del Hospital de Creu Roja. La primera referencia es de 1911, cuando un brote de cólera asoló a la ciudad y el Hospital Civil debió cerrar. La entidad habilitó entonces un hospital provisional. Era el antecesor del de la Avinguda Maria Cristina que funcionó hasta 1996.
La Brigada 42
Durante la Guerra Civil hubo un paréntesis en el trabajo de Creu Roja en Tarragona. Parte de la junta tuvo que esconderse para no comprometer su integridad física y muchos de los componentes en edad militar tuvieron que ir al frente. Los años posteriores se dedicaron a la reconstrucción. Se popularizó entonces la Fiesta de la Banderita, para recaudar fondos.
Durante esa época el cuerpo de Tropas de Socorro de la Cruz Roja Española estaba formado por brigadas; una por provincia. La de Tarragona era la Brigada 42.
En los años 60 y 70 una de las actividades principales era el socorro en carretera. La Creu Roja se encargaba, por ejemplo de operaciones salida de vacaciones y demás. Una peculiaridad es que, además de tener puestos de socorro fijos, había un grupo de motociclistas que patrullaba las principales carreteras y daba asistencia a los heridos.
A principios de los 70 se llegó a un acuerdo con el Ministerio de Defensa para que los soldados pudieran hacer el servicio militar en la entidad. Y es en los ochenta, con la llegada de los primeros gobiernos democráticos, cuando comienza el proceso de desmilitarización de la entidad. Por primera vez hubo elecciones para elegir a la junta de la entidad.
Fue con la asignación de un porcentaje del IRPF para fines sociales cuando la entidad dio un salto en financiación y también en actividad. Entre los colectivos que reciben atención actualmente están personas en situación de extrema vulnerabilidad (atendieron a 6.978 el año pasado), mayores, niños, personas con discapacidad y solicitantes de asilo, entre otros.
Quienes acudan a ver la exposición se encontrarán, además, con una muestra dentro de la muestra. Se trata de Heroísmos, història d’un nitrat (1922), organizada por el Aula de Cinema de la Universitat Rovira i Virgili con el apoyo de la Xarxa Santa Tecla.
Se trata de una película filmada en 1922 en Tarragona para recaudar fondos para Creu Roja. La recuperación fue llevada a cabo por la Filmoteca de Cataluña. A raíz de su presentación el año pasado han aparecido nuevos fragmentos, como los aportados por una familia y que estaban en una caja de puros. Dichos fragmentos se han sumado para esta muestra.
